Las redes sociales ahora son otro campo de batalla desde que gobiernos y partidos políticos se dieron cuenta de la importancia que tienen las conversaciones digitales. Sea en época de elecciones o no, es ahí donde se destinan millones de dólares para posicionarse.
Ahora que Estados Unidos se acerca a sus elecciones para elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca, son los demócratas que ven su salvación en Taylor Swift, para impulsar la campaña de Joe Biden. Y es que si algo necesita el actual mandatario y candidato a la reelección, es recabar votos porque no lo acompaña su avanzada edad para gobernar otro período y su desaprobación se ubica en 53 %, según Ipsos.
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La famosa cantante tiene 279 millones de seguidores en todo el mundo solamente en Instagram, un número nada despreciable para una campaña cuyo candidato quedaría cuatro puntos por debajo su principal rival si las presidenciales fueran hoy (43,3 % para Joe Biden vs 47,1 % para Donald Trump), indica Real Clear Politics. No solo eso, la artista es la ídolo de gran parte del electorado joven estadounidense. De manera que sí, Taylor Swift podría influir en las elecciones. Pero conseguir que levante la bandera demócrata también deja ver la desesperación que hay en ese partido para conseguir el sufragio de las nuevas generaciones.
La influencia de Taylor Swift
Un dato no menor remarca dicho sondeo: “En las elecciones de 2024 habrá ocho millones de nuevos votantes potenciales en el electorado, según el Centro de Información e Investigación sobre Aprendizaje y Participación Cívica. Eso significa que 41 millones de miembros de la Generación Z podrán votar en noviembre”.
Jóvenes progresistas molestos
Hay una táctica que estudia la campaña demócrata, tal como revela The New York Times, y es llevar a Biden a uno de los conciertos de “The Eras Tour”, pero la cantante no volverá hasta octubre y quedaría muy poco tiempo para las elecciones de noviembre.
Por ahora, la campaña presidencial de EE. UU. se pelea con uñas y dientes y, si hay algo que quieren hacer los demócratas, es apostar más a las redes sociales y a los famosos en ellas para impulsar la imagen de Biden, quien viene siendo mal visto entre jóvenes progresistas por su papel en el conflicto entre Israel y Hamás, mientras que los votantes negros están cada vez más molestos “por aprovecharse de ellos”.
Dicho partido ya tiene práctica en el manejo de redes sociales, incluso el dinero del multimillonario progresista George Soros ha servido para financiar tiktokers a favor de Biden.