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Contradicciones, corrupción, persecución, conspiraciones, interceptaciones telefónicas. De todo hay en la política venezolana. Determinar cuál de estos factores se impone sobre el otro es una tarea difícil. Así quedó evidenciado una vez más con los audios presentados por el fiscal general del régimen, Tarek William Saab, contra cuatro opositores por supuestos vínculos con el caso de corrupción conocido como PDVSA-cripto, donde aparece el recién capturado ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, como principal acusado.
Leopoldo López, Julio Borges, Carlos Ocariz y Carlos Vecchio son los señalados por Saab de haber tenido vinculaciones con El Aissami a través de su presunto testaferro, Samark López. El propósito habría sido –según el fiscal de la dictadura– realizar “operaciones petroleras ilegales” que favorecían a los mencionados dirigentes del extinto interinato de Juan Guaidó en complicidad con la facción del régimen que dirigía el exministro de Petróleo, hoy caído en desgracia después de haber metido Hugo Chávez las manos en el fuego por él y haber alcanzado las más altas esferas del poder.
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“Se trata de los responsables principales de estas mafias del llamado ‘Gobierno interino’, que le ha costado a la República miles de millones de dólares por la pérdida de Citgo y la corrupción en Monómeros”, dijo Tarek William Saab. Sin embargo, la guerra a muerte dentro del chavismo por el poder no ha sido un secreto ni una novedad. Con El Aissami suman ya cuatro ministros de esta cartera que han terminado imputados, arrestados o condenados por corrupción. El caso de Rafael Ramírez había sido hasta el momento el más mediático. Además, Saab ha sido el brazo ejecutor de la persecución a opositores y disidentes. Así se evidenció con las recientes órdenes de captura emitidas contra miembros del equipo del partido Vente Venezuela, de María Corina Machado, justo en la víspera del periodo de postulación de candidaturas.
“Un puente para la transición”
La denuncia que parte de una interceptación telefónica para supuestamente combatir la corrupción plantea contradicciones de lado y lado pero a la vez también abre la puerta a otro posible capítulo de persecución y expone una aparente conspiración interna dentro del chavismo contra Nicolás Maduro. “Sí, yo tuve conversaciones con muchas personas del régimen”, admitió Leopoldo López en una entrevista en la que se le preguntó sobre los contactos con Samark López luego de la difusión de los audios por parte de la Fiscalía. No obstante, el fundador del partido Voluntad Popular aclara que se trataba de “un puente para la transición”.
#ÚLTIMAHORA Leopoldo López confirma que habló con el testaferro de Tareck El Aissami, Samark López, para «construir un puente hacia la transición a la democracia» https://t.co/PytpgSjgYP pic.twitter.com/9JQa5XCGjE
— Monitoreamos (@monitoreamos) April 29, 2024
Leopoldo López recomienda que se divulguen todas las conversaciones, pues asegura que “hay muchas personas que hoy están alineadas en la estructura de poder de la dictadura que también están, estuvieron y siguen estando –estoy seguro de eso– interesados en que se produzca el cambio en Venezuela”. Y es que en los audios Samark López dice hablar no solo en nombre de Tareck El Aissami sino también de alguien más que estaba tendiendo puentes para la salida de Maduro, pero ese nombre fue suprimido en los audios publicados. “¿Quién es esa persona? ¿Por qué impiden que se conozca el nombre? ¿Qué tan cercano está al poder? Ya hay algunas filtraciones de quién podría ser. ¿Que hará el poder con eso que ahora saben?, es la reflexión que deja en su cuenta de X el exfiscal del Ministerio Público, Zair Mundaray.
#Dato En los audios de las conversaciones de ayer presentados por @TarekWiliamSaab, Samark López hablaba no sólo en nombre de El Aisami, sino además en nombre de… alguien más que también tendía puentes para la salida de Nicolás. Cada vez que mencionaba al personaje suprimieron…
— Zair Mundaray (@MundarayZair) April 30, 2024
