Luego de semanas de escándalo y del inicio formal de una investigación, la Fiscalía de la Audiencia Nacional española emitió una orden contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que le prohíbe acercarse a menos de 200 metros de la futbolista Jenni Hermoso.
Es una de las últimas novedades de un caso que sacude los cimientos del fútbol femenino y ha generado una ola de opiniones en todos los sectores: deporte, política y sociedad. Es que al haber sido un beso no consensuado, tal como aseguró la jugadora, las consecuencias están llegando a las últimas instancias.
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En medio de las críticas por un posible delito de agresión sexual, surge una cuestión ética de la que pocos parecieran haberse percatado y que guarda paralelismos con otro caso. Se trata del episodio protagonizado en abril por el jefe espiritual del budismo tibetano, el dalái lama. El beso que le dio a un niño también desató reproches en la opinión pública, pero no hubo consecuencias ni mayor repercusión. Es válido preguntarse entonces: ¿Por qué la diferencia?
Rubiales vs. la Fiscalía, la FIFA y la ONU
La interrogante, planteada inicialmente por expertos consultados por El Mundo, resulta válida cuando se observa cómo ha evolucionado el caso Rubiales. El escándalo fue creciendo, con el acusado pasando de defenderse abiertamente ante toda España y negarse a dimitir, a publicar una carta de renuncia a la RFEF admitiendo que se le hacía difícil continuar.
El 20 de agosto, las jugadoras de la selección española de fútbol levantaban el trofeo del mundial tras derrotar 1-0 a Inglaterra. En la entrega de reconocimientos llegó el turbio episodio: Rubiales besó a Hermoso en la boca. Todo adquirió un tono oscuro a partir de ahí, con las jugadoras renunciando hasta que Rubiales dejara de estar al frente de la federación. A continuación, esto fue lo que pasó:
- 25 de agosto: Jenni Hermoso publica un comunicado rechazando el beso, y Yolanda Díaz, vicepresidente segunda del Gobierno español, exige “medidas urgentes” contra Rubiales.
- 26 de agosto: la FIFA suspende a Luis Rubiales.
- 28 de agosto: la Fiscalía española abre una investigación por presunto delito de agresión sexual. En paralelo, la madre de Rubiales inicia una huelga de hambre por la “cacería inhumana y sangrienta” contra su hijo.
- 6 de septiembre: Hermoso presenta su denuncia formal ante la Fiscalía.
- 10 de septiembre: Rubiales renuncia a la Real Federación Española de Fútbol.
- 11 de septiembre: se pronuncia la ONU, respaldando la acción de mecanismos para la “rendición de cuentas”. Ese mismo día, la Policía de Australia se pone a disposición de la justicia española por ser el país que alojó el mundial.
- 12 de septiembre: la Audiencia Nacional cita a Rubiales para que declare.
- 14 de septiembre: la Eurocámara condena el beso a Hermoso y lo enmarca en una “cultura de impunidad” de la violencia contra las mujeres.
Pase libre para el dalái lama
Ahora vale preguntarse: ¿Qué pasó con el dalái lama? No le importó que estaba siendo grabado y besó a un niño en los labios, para luego pedirle que le chupara la lengua. Así de repugnante fue. Luego emitió una disculpa pública poco creíble al calificar el episodio como una “broma”, pero nunca se activaron mecanismos internacionales que denunciaran esta actitud o que vieran sospechoso el por qué actuó de esa manera y si es algo común dentro del budismo tibetano.
Los expertos citados por el medio español explican que se trata de un tema de exposición, ya que el mundial de fútbol femenino es un evento global con cobertura mediática. Lo del dalái lama no fue así, a pesar de que su imagen besando al niño se viralizó en redes sociales. “Quizás le protegieron su imagen de santidad y su exotismo”, apuntan. Otro factor sería el hecho de que las jugadoras españolas elevaron su reclamo contra Rubiales.
Aún con esas particularidades, la cuestión moral continúa sobre la mesa ¿Es menos importante un niño frente a los ojos de quienes enarbolan la bandera del feminismo? ¿Por qué la ONU no condenó o pidió investigar el comportamiento del líder budista? ¿No atrae tanto rating lo que hace un personaje espiritual frente a lo que hace el ahora expresidente de la federación española de fútbol? Son preguntas sobre el escándalo por el caso Rubiales que merecen respuestas.