Cuando los fanáticos de Queen escuchamos Face it alone por primera vez en 2022 tuvimos sentimientos encontrados. Se trataba de un track del cuarteto original, con la voz de Freddie Mercury. Algo que pensábamos que no volveríamos a experimentar nunca. Sin embargo, a pesar de ser una experiencia intensa, hay aspectos en los que mejor no había que profundizar demasiado. Al analizar las líneas y los coros, el oído entendido en el grupo puede percibir el trabajo de estudio, casi tan meritorio como la interpretación de la canción. Aunque el balance es positivo y se agradece la inesperada joya, la producción no tiene la frescura de, por ejemplo, Let me in your heart again, que contaba con una línea vocal terminada, pero que no había visto la luz en los ochenta por razones artísticas.
En el universo Beatle no fueron muchos los estrenos luego de la separación de la banda en 1970. Quitando los documentales o el lanzamiento de Let it be sin orquesta, seguramente lo que los seguidores más disfrutaron fue la colección Anthology. Además de Real love, allí vio la luz Free as a bird, que incluso fue corte de difusión en 1995. La voz de John Lennon estaba en un demo que Yoko Ono le dio a Paul McCartney, que pudo terminar la canción con Ringo Starr y el todavía vivo George Harrison.
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En esas grabaciones también estaba una maqueta titulada Now and then, que los tres Beatles trabajaron a mediados de los noventa. Fue incluso Harrison el que consideró que la canción no estaba lista para ver la luz y quedó en el tintero hasta ese momento. Pero en aquellas grabaciones inconclusas, además del trabajo de Starr y McCartney, también quedó registrada la labor del guitarrista. Ahora, con ayuda de la inteligencia artificial, los dos supervivientes del cuarteto de Liverpool anunciaron que es inminente el lanzamiento de lo que consideran “la última canción de los Beatles”.
Con respecto al nuevo track que se difundirá este año, McCartney dijo que la voz de Lennon ahora pudo ser “captada y purificada” gracias a las nuevas herramientas. Vale destacar que la cinta original (que tenía pegado un sticker que decía “para Paul”) había sido grabada de forma casera en el departamento de John y Yoko en Nueva York. Para la tecnología de los noventa, la línea vocal no había podido ser aislada y corregida, mucho menos mejorada, como hicieron ahora con ayuda de la inteligencia artificial.
“Entonces, cuando llegamos a hacer lo que será el último disco de los Beatles, partimos de un demo que tenía John, pudimos tomar su voz y obtenerla pura a través de esta inteligencia artificial. De esta manera, podemos mezclar el disco, como lo harías normalmente. Así que te da algún tipo de libertad”, señaló el bajista y compositor.
Con respecto al impacto de estas nuevas herramientas, Paul McCartney reconoció que es “un poco aterrador, pero emocionante porque es el futuro”. A esto agregó: “Tendremos que ver a dónde nos lleva eso”. Claro que estas innovaciones que lo empujan a decir que se trata de la última canción de los Beatles, pueden seguir sorprendiendo con cosas inimaginables. Incluso cuando él ya no esté en este mundo.