Basta con revisar el listado de proveedores chinos de Apple para confirmar que al CEO de la compañía estadounidense, Tim Cook, no lo frenan las denuncias sobre abusos de derechos humanos y esclavitud cometidos dentro de dichas fábricas. Después de todo, necesita vender sus Vision Pro, los lentes que prometen revolucionar la industria de la tecnología, ofreciendo a sus compradores la posibilidad de sumergirse en el mundo digital tan solo con los ojos y las manos.
Los abusos que estaría respaldando Apple aparecen retratados en un informe del Instituto de Política Estratégica Australiana (ASPI). Allí, detallan cuando Cook visitó en 2017 la sede de uno de los contratistas de la empresa, O-Film Technology Co.Ltd, la cual fabricó cámaras para selfies para el iPhone 8 y el iPhone X. El empresario publicó fotos celebrando su recorrido. Pero no tomó en cuenta que al asunto lo precedió un suceso oscuro: meses antes, unos 700 uigures fueron trasladados a una fábrica separada de O-Film en otra provincia.
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La minoría religiosa es perseguida, encarcelada y torturada por el comunismo chino con el propósito de silenciar cualquier tipo de fe que no sea adorar al dictador Xi Jinping. Organizaciones independientes y testimonios de sobrevivientes confirman las aberraciones. Uno de los castigos consiste en someterlos a extensas jornadas de trabajo en fábricas. Aquel informe de ASPI es de hace tres años, pero sirve para corroborar que proveedores en el gigante asiático relacionados con estos crímenes, también están trabajando en partes de los nuevos lentes.
Turbias filiales chinas
Para entender la relación entre los lentes Vision Pro y la mano de obra esclava uigur, hay que remitirse a la lista de fabricantes chinos. El principal es Luxshare Precision Industry Co, encargado de ensamblar dicho producto. Anteriormente fue proveedor de AirPods para Apple, aunque también ganó pedidos de iPhone 15, de acuerdo con South China Morning Post.
A la cadena de suministro la completan otras seis empresas: Cowell E Holdings, Desay Battery, Shenzhen Zhaowei Machinery & Electronics Co, Shenzhen Everwin Precision Technology, Lingyi iTech Guangdong Co., y finalmente Goertek. Con esta última, saltan las alarmas.
El mapeo de ASPI reveló que alrededor de 82 marcas mundialmente reconocidas se están aprovechando de la esclavitud de la minoría musulmana. Apple es una de estas. Con ese punto de partida, surge una extensa ramificación de empresas y contratistas que usan a personas privadas de libertad debido a su religión, como mano de obra esclava.
Acá es donde se menciona a Hubei Yihong, fabricante de luces y cubiertas para baterías. Es una filial de Dongguan Yidong Electronic Co. Ltd, la cual afirma que entre sus clientes finales están Apple y Huawei. Y aunque del otro lado, Apple no muestra a ninguna de estas compañías como sus proveedores, el informe reveló que Hubei Yihong incluye a GoerTek (de componentes acústicos), que suministra directamente a Apple los AirPods, como uno de sus clientes. Allí está la clave.
Adoctrinamiento y abusos
Hubei Yihong, que incluye a GoerTek, usa esclavos uigures para fabricar sus productos. En mayo de 2018, un grupo de 105 personas de esa comunidad fue transferido desde la región de Xinjiang a las instalaciones de Hubei Yihong Precision Manufacturing Co. en Xianning, provincia de Hubei.
Además de horas excesivas de trabajo, a estas personas se les exige que “ejerzan gratitud hacia el Partido Comunista chino”. Los empresarios también deben aumentar la vigilancia e intensificar “la educación patriótica”. Es decir, se aplica una especie de “reeducación” para borrar su identidad. Crimen relatado por sobrevivientes y en documentos oficiales.
Por su parte, la empresa estadounidense ha dicho en años anteriores que “aborrece el trabajo forzoso”. Sin embargo, en abril de 2021 The Washington Post reveló que Apple contrató cabilderos para suavizar un proyecto de ley que se aprobó en el Congreso para prohibir que bienes fabricados o producidos con mano de obra esclava entren en las cadenas de suministro mundiales.
Entonces sí, los Vision Pro traen muchas novedades en el mundo digital, pero también serias preocupaciones por las condiciones de quienes trabajan detrás para fabricarlos.