La Organización Mundial de Salud (OMS) se ha convertido en la autoridad máxima al momento de tomar cualquier decisión en torno a la pandemia del coronavirus. Ha sido larga la lista de contradicciones del organismo sobre las medidas para controlar la expansión del COVID-19. Pero que ahora la OMS emita una nueva recomendación de levantar las restricciones de viajes internacionales demuestra que el miedo no solo está disminuyendo sino que se requiere dejarlo atrás para recuperar la economía, a la par de la salud mental de las personas confinadas durante tantos meses, pues son incluso ya dos años en pandemia.
“Levantar o suavizar las prohibiciones de tráfico internacional ya que no aportan valor añadido y siguen contribuyendo al estrés económico y social que sufren los Estados Partes. El fracaso de las restricciones de viaje introducidas después de la detección y notificación de la variante omicron para limitar la propagación internacional de omicron demuestra la ineficacia de tales medidas a lo largo del tiempo. Las medidas de viaje (por ejemplo, el uso de mascarillas, la realización de pruebas, el aislamiento / cuarentena y la vacunación) deben basarse en la evaluación del riesgo y evitar que la carga financiera recaiga sobre los viajeros internacionales”, señala el organismo en sus recomendaciones.
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Sin pasaportes sanitarios
Además, sugiere que la exigencia de la vacuna tampoco es una medida adecuada, ya que no se está considerando la falta de acceso a las dosis en algunos lugares.
“No exigir una prueba de vacunación contra el COVID-19 para los viajes internacionales como única vía o condición para permitir los viajes internacionales, dado el limitado acceso mundial y la distribución desigual de las vacunas contra el COVID-19. Los Estados Partes deben considerar un enfoque basado en el riesgo para la facilitación de los viajes internacionales mediante el levantamiento o la modificación de las medidas, tales como los requisitos de prueba y / o cuarentena, cuando sea apropiado, de acuerdo con la orientación de la OMS”.
Adicionalmente destaca el comunicado que la rápida propagación de la variante omicron no ha ido de la mano con un aumento de muertes. Al contrario, desde sus inicios omicron ha demostrado no ser letal. En Sudáfrica, donde fue inicialmente descubierta esta cepa (aunque hay hipótesis que indican que pudo haber surgido en Europa), los médicos aseguraron que no requería hospitalización.
Si bien las autoridades de la OMS señalaron que no hay que bajar la guardia, la evidencia ha demostrado que pese a tantas restricciones no se redujo la transmisión de omicron. Por ende, no tiene sentido continuar este camino afectando las economías de los países y, sobre todo, la actividad del turismo y el transporte aéreo.
Aceptar todas las vacunas
Una de las nuevas recomendaciones de la OMS a los gobiernos es que acepten todas las vacunas. Aunque no se menciona este ejemplo, un caso icónico que vale la pena recordar se dio en el Abierto de Australia, donde no se aceptó a quienes tenían la vacuna rusa Sputnik V. Y las autoridades fueron arbitrarias al determinar quién entraba y quién no. Pese a que un juez australiano había ordenado restituirle la visa al tenista serbio Novak Djokovic y permitirle permanecer en el país y participar en el torneo, el Ministerio de Migración ignoró el falló y decidió cancelarle por segunda vez el visado y deportarlo. Sin embargo, sí se le permitió la entrada a otros tres tenistas que tenían exención médica.
“Reconocer todas las vacunas que han recibido la lista de uso de emergencia de la OMS y todas las combinaciones de vacunas heterólogas según las recomendaciones del Grupo Asesor Estratégico de Expertos (SAGE), incluso en el contexto de los viajes internacionales”, agrega la OMS en un comunicado.
Aunque el máximo organismo mundial de salud reconoce que las vacunas han perdido eficacia a la hora de evitar el contagio y transmisión del coronavirus, sostienen que siguen siendo eficientes para evitar formas graves de la enfermedad, incluso reducir el riesgo de muerte.
¿Un paso a la normalidad?
La tendencia a relajar medidas va en aumento en Europa, siendo el Reino Unido el último en quitar el mandato de vacunas y mascarillas.
No obstante, en países como Ecuador, hasta se pretende multar a las personas que no usen el cubrebocas al aire libre y se restringió el acceso al transporte público a los no vacunados.
Así como el virus atacó primero al viejo continente, esto también permitió a las autoridades contar con más tiempo para evaluar qué puede funcionar y qué no, pudiendo servir sus aciertos y errores de ejemplo para considerar que medidas adoptar o descartar. El tiempo dirá cuál enfoque funcionó.