Pese al genocidio denunciado por Estados Unidos y la comunidad internacional en Xinjiang, Tesla, la empresa del multimillonario Elon Musk, llegó a esta región china con una sala de exposición, contrariando además la ley promulgada por el presidente Joe Biden, que prohíbe las importaciones vinculadas al trabajo forzoso al que el régimen comunista de Pekín somete a la minoría musulmana uigur en Xinjiang.
«Imponer medidas destinadas a prevenir los nacimientos dentro del grupo» encaja dentro de la definición legal de genocidio, destacó en septiembre de 2020 Isaac Stone, del Centro de Asia Society para las relaciones entre Estados Unidos y China, por medio de una columna en The Washington Post.
Esta definición aplica en el caso de Xinjiang, donde la tasa de natalidad cayó hasta 24 % solo en 2019. Además, más de un millón de uigures, una minoría étnica y religiosa que habita esta religión, son sujetos a detenciones en campos de concentración, esterilización forzada, extracción de órganos, entre otros vejámenes.
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Pero eso no detuvo a la empresa de Elon Musk, Tesla, la compañía de vehículos eléctricos más grande del mundo. A través de la red social china, Weibo, promocionó la nueva sala de exhibición de autos en Xinjiang.
Las publicaciones de celebración en las redes sociales de Tesla China revelaron que esta sala de exposición se había abierto en Urumqi, la capital de la Región Autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China.
“El último día de 2021 nos reunimos en Xinjiang. En 2022, ¡lancemos juntos a Xinjiang en su viaje eléctrico!”, destacaba una publicación de Tesla, mientras que una de las imágenes mostraba un letrero que decía: “Tesla Xinjiang”.
“¡Se inauguró oficialmente el Centro Urumqi Tesla!”, señala otra publicación de la empresa. “El primer centro Tesla en Xinjiang integra ventas, posventas y entrega para ayudar a los usuarios de Xinjiang a disfrutar de una experiencia de servicio integral y también acompañar a los propietarios de Tesla en su viaje hacia el oeste”.
Elon Musk’s Tesla is opening a showroom in China’s Xinjiang region, where more than 1 million Uyghur Muslims have reportedly been detained against their will: Here’s your Evening Briefing https://t.co/C3v2EhS7a2
— Bloomberg (@business) January 4, 2022
Una jugada llamativa e inesperada
Elon Musk recientemente fue elegido para aparecer en la portada de la revista Time como personaje del año por sus logros en materia tecnológica.
Los editores del reconocido medio estadounidense no le entregaron el premio a quien ganó por voto popular, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, ni a quien obtuvo el segundo puesto, el expresidente de EE. UU., Donald Trump. Optaron por una figura con menos vinculación con la política.
Hasta ese momento Musk se había destacado por sus aportes a la innovación. Paulatinamente empezó a sobresalir por enfrentar al Gobierno de Joe Biden, quien llamó a un boicot diplomático contra China durante los Juego Olímpicos de Inverno que se celebrarán este año en Pekín. Por lo cual su inversión en esta región china ha resultado llamativa e inesperada. Pues los ciudadanos, en particular de Xinjiang, viven bajo un régimen opresor. Esto contradice la postura de Elon Musk en casa.