El regreso del dirigente izquierdista Evo Morales a suelo boliviano es un hecho. La victoria de Luis Arce —en las elecciones presidenciales— quien milita en el Movimiento al Socialismo (MAS), le abre una serie de puertas que se condensarán en un primer objetivo: el fin de su exilio en Argentina.
Existe una ruta para sellar este viaje que le retornará al territorio envuelto en un denominado “baño de popularidad”, por lo que Morales —según reseña El País— estaría enfocado en la parafernalia que se desarrollará para recibirle.
El trayecto inicia el 9 de noviembre, informó el senador electo Andrónico Rodríguez. Un día después que Arce sea investido como presidente de Bolivia. Desde ese momento Morales comienza su ruta por el país andino, la cual llevará a cabo por tierra atravesando la frontera argentina.
El viaje de Morales ya se muestra como una maniobra de propaganda desde donde se emana una fuerte carga ideológica, sobre todo por la ruta y la fecha de su regreso. En primera instancia, el trayecto se hará por varios pueblos al sur de Bolivia, un recorrido que duraría dos días y llegará a la zona cocalera de Cochabamba el 11 de noviembre.
Tanto la provincia como la fecha marcan un hito en la historia de Morales. Fue el 11 de noviembre de 2019 que un avión mexicano lo recogió para llevarlo al exilio donde todavía se mantiene —expectante, ansioso y quizá un poco impaciente— hasta la fecha que se acordó con las otras cabezas del partido.
El fantasma de Evo Morales sobre la elección de Luis Arce
El regreso de un militante del partido MAS al poder puso de manifiesto varios aspectos dignos de una mención. El primero y más preponderante fue la vuelta al ruedo de la imagen de Evo Morales como coprotagonista de la victoria de su partido.
El segundo, vino de parte de la Justicia boliviana y las acciones que le han mostrado más cerca del nuevo Ejecutivo. Una muestra de ello se dio cuando apenas una semana después de las elecciones, un tribunal decidió anular una orden de detención contra Morales.
Los delitos anulados fueron terrorismo y sedición. Dichas denuncias fueron interpuestas por el Ministerio de Gobierno de Bolivia en noviembre de 2019. Evo Morales se encontraba en aquel entonces en México, antes de partir hacia Argentina.
Luis Arce ha tratado de desmarcarse de Evo Morales en cuanto a la posibilidad de integrarlo a su Gobierno. Sin embargo, la afinidad política entre ambos dirigentes, así como los gestos del expresidente con regímenes como el venezolano, enciende las alarmas en Latinoamérica sobre esta nueva bocanada de aire que toma la izquierda en el territorio y cómo puede volver al juego político la imagen de uno de los principales aliados de de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.