La tensión actual entre Buenos Aires y La Paz dista de acabarse. Al contrario, estas relaciones transitan por una vía algo porosa, provocada por nuevos juegos políticos impulsados por el kirchnerismo en pro del candidato de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, Luis Arce.
Esta nueva jugada impulsada por el oficialismo argentino, territorio donde se encuentra Evo Morales en condición de refugiado, surge para apoyar al Movimiento al Socialismo en las elecciones, el partido de Morales. Sin embargo, esta jugada fue neutralizada a tiempo en La Paz. La diplomacia boliviana se encargó de denunciar ante la Cancillería argentina una “injerencia manifiesta” a favor del MAS.
De acuerdo con El Nacionalista, la estrategia vino de parte de sectores del kirchnerismo duro en la campaña electoral. El objetivo era concreto: amplificar el voto de Arce y apartar a Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho de acercarse a la Presidencia.
El encargado de negocios de la embajada de Bolivia en Buenos Aires, Julio Alvarado Aguilar, presentó al menos dos quejas formales ante la Cancillería argentina. Dichas acciones buscaban dar un alto al accionar de movimientos sociales y políticos alineados con el Gobierno de Alberto Fernández para apoyar al candidato del MAS desde Argentina.
¿Por qué el interés de Evo Morales en disuadir al electorado en Argentina?
Evo Morales no ha disimulado, a pesar de su condición de refugiado político, su campaña para que el partido MAS acaricie nuevamente el poder. Desde que llegó a Buenos Aires en diciembre de 2019, su agenda no ha parado, aunque su calidad de refugiado político le impide hacer proselitismo.
Morales olvidó en cierto modo las irregularidades cometidas en las elecciones presidenciales pasadas. Vicios que le costaron su puesto como presidente y un exilio que acaparó los titulares nacionales e internacionales, por la lectura que tenía su recibimiento en Argentina en manos de un Gobierno con políticas completamente afines a la izquierda.
En un territorio con jefes políticos que se decantan por este pensamiento, Morales se sintió a sus anchas. Inició una agenda de agitación y de acuerdo con el diplomático Alvarado, citado por Infobae, varios sectores del Movimiento Evita, la CTEP, la CCC y referentes del PJ participaron también en forma activa en distintos puntos del país para disuadir al electorado boliviano.
Esto genera la siguiente interrogante: ¿Qué tanta fuerza tienen los bolivianos en Argentina en unas elecciones presidenciales?, pues, aparentemente mucha en comicios tan cerrados como los que se celebraron este domingo.
Analistas de Bolivia aseguran que con la ayuda de apenas 2 % del voto extranjero concentrado en Argentina se podría dar vuelta el resultado electoral que se presenta muy parejo. Se estima que de ese 2 % hay más de 1,5 % que votaría a favor del candidato del MAS, según Infobae.
La militarización para evitar la tensión
Los brotes de violencia en 2019 no serán tolerados por los funcionarios en el poder boliviano. Cualquier signo de desestabilización contra la llamada “fiesta democrática” que se realiza en el país será neutralizado.
Las calles fueron tomadas mediante un megaoperativo compuesto por la policía, militares y Fiscalía, para evitar algún incidente que perturbe la espera y el conteo de votos en Bolivia. Una Acción de Paz se llama el operativo, según dijo el ministro de Defensa, Fernando López, reseñó El Deber.
Las autoridades bolivianas toman estas medidas preventivas especialmente contra grupos partidarios de Morales. En noviembre de 2019, manifestantes afines a este pensamiento violentaron tanto a civiles como a las fuerzas de seguridad.
Los hitos que marcan las elecciones en Bolivia
Estas elecciones, aparte de realizarse en medio de una pandemia, lo que la cataloga como un proceso comicial inédito, también tiene otras particularidades. Por primera vez, en casi tres décadas, Evo Morales no aparece entre los candidatos.
La campaña para llegar al Gobierno, así como al Parlamento boliviano, arrancó a inicios de septiembre. Mientras el partido izquierdista MAS convocó a actos multitudinarios pese al coronavirus, el partido Comunidad Ciudadana (CC) llevó su campaña a las redes sociales.