El responsable del Día de la independencia y de El Día después de mañana se debe preguntar, mientras lee las despiadadas críticas de la prensa, qué de delirante tiene esta película que no hayan tenido sus predecesoras respetadas. Los periodistas y medios especializados fueron duros con Ronald Emmerich y su Moonfall. La acusan de ser un divague fantasioso y hasta de tonta. Claro que puede ser todo esto, pero lo justo sería decir que no lo es menos que sus exitosísimas y aclamadas antecesoras.
Las clásicas megaproducciones de ciencia ficción del cineasta alemán, que algunas hasta generaron secuelas, también son de ciencia ficción. Pero parece que la crítica especializada encuentra más verosímil un ataque extraterrestre que ponga en jaque a la supervivencia de la humanidad, que lo que propone la nueva producción que tiene a la luna como epicentro.
Pero la verdad es que aquellos films consagrados, si uno es riguroso, son tan “tontos” y “fantasiosos” como este. Pertenecen por igual al género que mezcla catástrofe alienígena con ciencia ficción, pero parece que hay una doble vara: ataque de aliens con mejor tecnología que requieran la unidad internacional está bien, pero una historia que ponga en tela de juicio cuestiones más ambiciosas como el contenido de la Luna y la génesis de la humanidad, está mal. Es demasiado.
Hablar cualquier detalle de la historia llegando al desenlace sería caer en el spoiler inevitablemente. Aunque se sabe a priori que hay problemas con la luna, que empieza a girar fuera de órbita hasta colisionar con la Tierra, lo cierto es que la historia, cuando parece estar llegando al final, se guarda un giro absolutamente inesperado. Esta vuelta de tuerca es lo que más vale la pena de la película, si uno está dispuesto a ir a pasar el rato con un entretenimiento meramente pochoclero. No es más que eso, pero lo cierto es que tampoco es menos que aquellos clásicos del cineasta, con los que los críticos fueron más benevolentes.
Moonfall es recomendable para los amantes del género, que son capaces de dejar de lado el sentido común y el conocimiento científico corroborado hasta el momento. Ellos la tienen que aprovechar en el cine, ya que en la pantalla casera no se disfrutará de la misma manera. Los que buscan algo más con los pies en la Tierra, deberían buscarse otro programa, definitivamente.