El Gobierno demócrata estadounidense se jacta de supuestas intenciones de apartarse de la dependencia de empresas chinas en lo que respecta a varios rubros, desde baterías de litio para autos eléctricos hasta los chips semiconductores indispensables para la mayoría de aparatos tecnológicos. Pero las dobles intenciones para beneficio propio siempre salen a la luz y en este caso le tocó el turno a Paul Pelosi, esposo de la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
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El escándalo parte de una posible decisión del Senado de Estados Unidos para impulsar la producción de chips en el país con una inversión de 52000 millones de dólares en subsidios nacionales. La votación no se dará hasta la próxima semana y parece que la ventana de tiempo le sirvió al esposo de la mujer más poderosa del Poder Legislativo de EE. UU. para mover sus propias fichas y obtener ganancias.
En este sentido, se dio a conocer una compra de acciones valorada entre uno y cinco millones de dólares a Nvidia Corporation, multinacional con sede principal en California, dedicada a la fabricación de los valiosos componentes. Son alrededor de 20000 acciones según un documento oficial citado por Daily Caller.
Lo que se deduce a partir de la movida es que Paul Pelosi “podría tener acceso a información legislativa privilegiada”, indicó Public Citizen. Irónicamente un grupo progresista que se dice defensor de los derechos de los consumidores.
La ambigüedad de Pelosi
En EE. UU. existe una ley que prohíbe el uso de información privilegiada entre miembros y empleados del Congreso. Promulgada en el año 2012 por el entonces presidente Barack Obama, la Ley de Stop Trading on Congressional Knowledge (STOCK Act) puso coto a cualquier intención de obtener beneficios. Sin embargo, no alcanzaba a familiares de estos funcionarios.
Que el esposo de Nancy Pelosi arme estrategias de inversión con probable información salida del Washington no solo está generando ruido, sino que trasciende cuando en ambas cámaras se debate la posibilidad de prohibir a sus miembros y familiares negociar con acciones. La presidenta de la Cámara de Representantes —como era de esperarse— se oponía a tal medida y hasta llegó a decir a finales del año pasado que “somos una economía de libre mercado” y que “deberían poder participar en eso”.
Luego, a inicios de este año, cambió de opinión. Es que dentro de la propia bancada demócrata, pero del ala más izquierdista, figuras como la representante Alexandria Ocasio-Cortez y la senadora Elizabeth Warren exigen implementar la norma.
"We're a free-market economy. They should be able to participate in that." — Pelosi's rationale for why spouses of members of Congress should be able to trade individuals stocks is not very convincing pic.twitter.com/NuOw0VznVm
— Aaron Rupar (@atrupar) December 15, 2021
Escándalos familiares
Siendo una de las personas más ricas del Congreso de EE. UU., Nancy Pelosi y su familia han estado varias veces bajo el foco del escrutinio público y no solo por las decisiones de inversión de ella y su esposo. También porque su hijo Paul Pelosi Jr. está salpicado por negocios fraudulentos. Uno de ellos fue su desempeño como presidente de una firma de inversión ambiental que resultó ser una fachada para dos estafadores convictos.
Otro, fue el cargo de vicepresidente en una empresa involucrada anteriormente en una investigación de estafas telefónicas dirigidas a personas de la tercera edad.
Con estos escándalos a cuestas, ahora es su esposo quien protagoniza nuevas críticas (hace pocos días fue detenido por conducir bajo efectos del alcohol) a pesar de que fue la propia Pelosi quien en prometió liderar «el Congreso más honesto, más abierto y más ético de la historia».