El gobernador de Texas, Greg Abbott, prometió y cumplió. Ya que el presidente Joe Biden ignora las consecuencias de sus decisiones en materia migratoria, el mandatario del estado fronterizo envió el primer autobús a Washington DC lleno de migrantes. No es broma. Es la respuesta a la saturación que padecen los centros de detención en la frontera y a la próxima eliminación de la política conocida como Título 42, que se estima atraerá más indocumentados.
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Abbott lo había anunciado días atrás. Los autobuses iban a dejar a los migrantes en las escaleras del Capitolio para que Biden atendiera “de forma inmediata sus necesidades”. Y es que las advertencias y reclamos sobran desde que el presidente demócrata decidió anular las medidas migratorias implementadas por el expresidente Donald Trump.
Una y otra vez se le indicó que las decisiones solo iban a generar mayor caos con la entrada irregular de migrantes. Las secuelas no solo las iban a experimentar los agentes fronterizos. La propia administración ha tenido que desembolsillar fondos adicionales, así como habilitar cada vez más personal e instalaciones para alojar migrantes. A la larga, eso afecta la calidad de vida de los ciudadanos y resiente a la economía por la necesidad de asignar cada vez más recursos a la crisis migratoria. Ni los migrantes, ni Estados Unidos salen ganando.
Fueron los discursos de Joe Biden y de la vicepresidente Kamala Harris cuando eran candidatos los que hicieron creer a muchas personas que tenían luz verde para entrar libremente a EE. UU., dicho por migrantes entrevistados en ese momento. Tal como ocurre con la retórica de gobiernos socialistas, las promesas se volvieron contraproducentes sin verdaderos beneficios para quien las recibe.
Governor Greg Abbott brings border crisis to Biden's doorstep as first bus from Texas drops migrants in D.C. https://t.co/0s5q7pk4CV pic.twitter.com/3D6qv6G0Hh
— Daily Mail US (@DailyMail) April 13, 2022
¿Qué dijeron en la Casa Blanca?
Desde la Casa Blanca ofrecieron un argumento poco convincente. La aún secretaria de prensa, Jen Psaki —próxima a dejar su cargo para posiblemente tener su programa de televisión— dijo que los migrantes que llegaron a Washington DC tienen procesos de asilo abiertos ante la Oficina de Aduanas y de Protección Fronteriza (CBP, en inglés), y por eso “son libres de viajar”.
“Es bueno que el estado de Texas los ayude a llegar a su destino final mientras esperan el resultado de sus trámites migratorios”, dijo. El momento quedó grabado por las cámaras.
Fox News’ Jacqui Heinrich asks about Gov. Greg Abbott (R-TX) sending the first bus of migrants from TX to D.C.:
WH Press Sec. Jen Psaki: “It’s nice the state of Texas is helping them get to their final destination.” pic.twitter.com/Xzq5OYGIVq
— The Recount (@therecount) April 13, 2022
No solo eso, también sostuvo que la decisión del gobernador de Texas fue una “treta publicitaria”. Pero Greg Abbott dejó claro por qué decidió enviar los autobuses con migrantes. “Los texanos exigen y merecen una estrategia agresiva e integral para asegurar nuestra frontera, no el liderazgo mediocre del presidente Biden”.
La crisis fronteriza se agudiza
Las agencias migratorias gubernamentales saben que el caos se aproxima. Luego de que el Título 42 quede sin validez el próximo 23 de mayo, la entrada de migrantes será mayor. Atrás quedará la posibilidad de expulsarlos con menos burocracia, en lugar de darles la entrada mientras se resuelve el estatus de cada uno.
Aunque las cifras de cruces fronterizos de marzo no han sido publicadas, el conteo hasta febrero ya deja en evidencia todo lo que se venía advirtiendo con más de 164.000 cruces, de acuerdo con el balance oficial de la CBP. Para tener una idea, en febrero del año pasado la cifra fue de 101.099 migrantes. Es decir, si la situación era preocupante en 2021, este año es mucho mayor.
Los países originarios parecen seguir siendo los mismos del año pasado. En el autobús de migrantes que llegó a Washington DC habían personas de Colombia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, según Fox News. Llegaron a la zona más saturada, en el sector de Del Río.
Esto se convierte, sin duda, en otra tarea pendiente para Joe Biden. Y ya que nadie aprende por experiencia ajena, serán los propios autobuses llenos de migrantes los que demuestren que las decisiones tienen consecuencias.