¿Cuánta influencia puede tener el hijo de un vicepresidente estadounidense? Es una pregunta que podría responder Hunter Biden, hijo del ahora presidente Joe Biden. Ha pasado un año desde que reventó el escándalo relacionado con negocios con el comunismo chino, una historia censurada por Facebook y Twitter. A partir de allí, no dejaron de ventilarse otros acuerdos y conversaciones con empresas extranjeras. Presuntamente la influencia de su padre, entonces vicepresidente, fue clave para llegar a las altas esferas empresariales.
Ahora salen a la luz nuevos correos electrónicos. Sí, las novedades en torno a Hunter Biden no se detienen. Se trata de mensajes que mencionan la necesidad de recuperar cientos de millones de dólares de activos libios congelados por el gobierno de Barack Obama a inicios de 2011, cuando Muamar el Gadafi aún mandaba en Libia. El primer correo al que tuvo acceso Business Insider tiene fecha de enero de 2015. Según el texto, el hijo de Biden pedía un adelanto de “dos millones de dólares” y honorarios si el caso tenía éxito.
Sam Jauhari, un donante demócrata con negocios en el Golfo Pérsico, envió el correo al jeque Mohammed al-Rahbani, un magnate saudita, quien por cierto donó dinero para la toma de posesión de Obama en 2012. Además Hunter Biden habría dicho que “quiere contratar a su propia gente; puede ser un círculo cercano de personas para mantener la confidencialidad. Su papá está decidiendo si lanzarse o no a la presidencia”. El siguiente extracto enumera los aspecto “positivos” del hijo de Joe Biden.
“Es presidente del Programa Mundial de Alimentos, es hijo del número dos que tiene el archivo de Libia y acceso al Departamento del Tesoro. Socio comercial del hijo del Secretario de Estado, John Kerry, y desde que viaja con su papá está conectado en todas partes de Europa y Asia, donde MQ [Muammar Qaddafi] y LIA [Libia Investment Authority] tenían dinero congelado. Dijo que tiene acceso al más alto nivel en la República Popular China, que puede ayudar allí”.
La relación entre fondos libios y China
Pero ambos donantes del Partido Demócrata estaban conscientes de los defectos del hijo de Joe Biden. El mensaje recordó su adicción a la drogas y prostitutas, su salida de las fuerzas militares estadounidenses, caóticas finanzas “y muchos más dolores de cabeza”.
Importante mencionar que los correos no están relacionados con la computadora que Biden habría dejado abandonada en Delaware y de la cual se rescataron más de 2000 fotos, 103.000 mensajes de texto y 154.000 correos electrónicos.
Otra cosa llamativa, es “el acceso de alto nivel” al régimen chino que ofreció Hunter. Casualmente, el documental Riding the Dragon, revela gran parte de los negocios de la familia Biden con el régimen chino y cómo estos pudieron convertirse en un riesgo para la seguridad nacional de EE. UU. Si retrocedemos hasta septiembre de 2011 —cuando Gadafi ya había sido derrocado— China se negó desde el Consejo de Seguridad de la ONU a desbloquear 15000 millones de dólares de activos libios en el extranjero para entregarlos al Consejo Nacional de Transición (CNT), según la denuncia un portavoz libio. No hay que atar demasiados cabos para entender el ofrecimiento de Hunter Biden.
El segundo correo
Un segundo correo, de enero de 2016, fue enviado a los dos donantes demócratas de parte del abogado en Washington, John Sandweg. “Ayer hablé con el equipo de HB. Están interesados en el proyecto, pero enfatizaron que para que se involucren, el equipo (cabilderos, abogados y relaciones públicas) debería ser un pequeño grupo de personas con las que tengan una relación estrecha”.
El negocio al final parece no haberse concretado, según el medio que accedió a los mensajes. Tampoco hubo comentarios de parte de los involucrados cuando fueron consultados. El abogado del jeque Mohammed al-Rahbani dijo que su cliente “no recuerda haber visto esos correos electrónicos”.
Por más que el hijo del presidente demócrata aparente tener otros intereses, como pintar cuadros valorados en medio millón de dólares, las dudas aún persisten. Mientras, en la Casa Blanca reina el silencio sobre acciones que seguiría teniendo en una firma de inversión formada por entidades estatales en China.