El problemático hijo del presidente de Estados Unidos ahora dice que experimentará su faceta como “artista”. En medio de una investigación federal y señalamientos por negocios dudosos con empresas extranjeras, Hunter Biden exhibirá su arte en galerías de Los Ángeles y Nueva York.
Las obras tendrán precios nada modestos a partir de octubre cuando salgan a la venta. Según Independent el valor de cada cuadro podría oscilar entre 75000 y 500.000 dólares. Aunque los elevados montos no necesariamente tienen que ver con la existencia de algún talento.
“Es el hijo del presidente. Todo el mundo querría una parte de eso. La procedencia es impecable”, declaró Alex Acevedo, propietario de la Galería Alexander en Midtown Manhattan. Si Hunter no tuviera el apellido Biden, el precio de los cuadros podría ser mucho menor. Entre 25000 y 100.000 dólares según Acevedo. Este tipo de influencia también lo habría ayudado a cerrar negocios en Ucrania o China.
“Para mí, la pintura se trata mucho más de intentar sacar a la luz lo que es, creo, la verdad universal”, declaró recientemente el “artista” Hunter Biden.
Fotos que mostraban un evidente abuso de drogas, correos con su padre e imágenes de encuentros con prostitutas fueron reveladas hace tres meses. El contenido de la computadora que abandonó en un centro técnico en Delaware dejó al descubierto las oscuras andanzas del hijo de Joe Biden. Era tal la magnitud de la información que Daily Mail la bautizó como “una caja de Pandora”.
Compradores anónimos
“Conveniencia” es la palabra que definiría esta nueva faceta. Richard Painter, abogado de ética del expresidente George W. Bush dijo a The Washington Post que la reacción inicial de la opinión pública será pensar que está “capitalizando su posición de hijo del presidente”. Sugiere que Hunter Biden debería vender sus cuadros cuando su padre termine su mandato.
Por si fuera poco, las identidades de los compradores se mantendrán en el anonimato. “Como no sabemos quién está pagando por el arte e ignoramos si Hunter Biden tiene esa información, tampoco tenemos posibilidad de monitorear si la gente está comprando acceso a la Casa Blanca”, puntualizó Walter Shaub, exencargado de la oficina de ética del Gobierno durante la presidencia de Barack Obama.
Aunado a esto, funcionarios de la Casa Blanca habrían participado en la creación del acuerdo comercial, según ABC News. Georges Berges, propietario de una galería en Nueva York será el encargado de poner precio a las pinturas. Según el portal, Berges acordó rechazar “cualquier oferta que parezca inusual, incluidas las que estén por encima del precio de venta”.
Aún con estas condiciones, Painter opina que el anonimato de los compradores puede originar que gobiernos extranjeros y lobistas compren los cuadros para hacerse una buena imagen ante la Casa Blanca u obtener beneficios.
La secretaria de prensa Jen Psaki fue consultada por posibles violaciones éticas por este negocio. Dijo que “se ha establecido un sistema” y que Hunter “tiene derecho a seguir una carrera artística”.
.@PressSec on Hunter Biden: “Of course, he has the right to pursue an artistic career, just like any child of a president has a right to pursue a career, but all interactions regarding the selling of art and the setting of prices will be handled by professional gallerists.” pic.twitter.com/mc5HHtaCoJ
— The Hill (@thehill) July 9, 2021
No faltaron los aduladores
Por supuesto, al ser hijo de Joe Biden han salido aduladores a aplaudirlo. Mark Tribe, presidente del departamento de Bellas Artes de la Escuela de Artes Visuales en Nueva York dijo que el trabajo es “agradable a la vista y provoca tu curiosidad”. Alex Acevedo, de la galería en Manhattan dijo que quedó “sorprendido”.
Georges Berges ayudó a Hunter Biden en el pasatiempo que ocupaba “alrededor del 20 % de su tiempo”. Ahora, se volvió promotor de su trabajo. New York Post indica que el dueño de la galería se vio “inundado de llamadas” de coleccionistas cuando su supo que tenía un supuesto lado artístico.
Pero no todo pinta tan bien. Marc Straus, propietario de una galería en el Lower East Side de Manhattan, enfatizó que nadie con el escaso recorrido artístico de Biden comenzaría con precios de venta tan elevados. “Tiene que haber un currículum que apoye razonablemente cuando llegas a ese nivel”,
Para los artistas, es clave el potencial y experiencia. Pero al tener ese apellido, es posible que el precio sea aceptado. “Mi opinión fue que [las pinturas] no estaban nada mal. Pero hay una enorme brecha entre lo que no está mal y algo fabuloso”.