El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso en práctica una medida migratoria que había criticado fuertemente cuando era candidato. Ahora, en su periodo presidencial se anunció la reapertura de un centro para albergar menores inmigrantes. Durante los debates presidenciales, rechazaba las decisiones de Donald Trump en este tema y calificaba a Estados Unidos como el “hazmerreír del mundo”.
«Es algo criminal (…). Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todo los conceptos de lo que somos como nación», dijo sobre la separación de familias en la frontera con México, durante la transmisión del último debate presidencial.
Aquel escenario difiere con la reapertura del centro ubicado en la localidad de Carrizon Springs, en Texas, a 138 kilómetros de la frontera con México. Las instalaciones vuelven a estar activas para albergar a 700 menores cuyas edades estén entre los 13 y 17 años.
Aunque Biden criticaba las políticas migratorias de Trump, fue durante la presidencia de Barack Obama —cuando Biden era vicepresidente— que se construyeron las famosas “jaulas” para albergar niños migrantes, lo afirmó en 2019 Thomas Homan, director asociado ejecutivo de Obama de Inmigración y Control de Aduanas.
Las críticas ante la nueva decisión no se hicieron esperar, inclusive desde la bancada demócrata. La congresista de izquierda Alexandria Ocasio-Cortez fue una de ellas. «Esto no está bien, nunca estuvo bien, nunca estará bien -no importa la administración o el partido»., escribió.
This is not okay, never has been okay, never will be okay – no matter the administration or party. https://t.co/AEV7s7QQnB
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) February 23, 2021
La medida, que suma a otros cambios en materia de migración, es defendida por la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. Dijo que su funcionamiento será “temporal” por la pandemia de COVID-19.
Detención en Texas
Unos 5871 menores no acompañados llegaron a la frontera solo en enero de este año según el último balance de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP por sus siglas en inglés). El número es el más alto desde octubre de 2020.
Sin embargo, la cifra total de personas que llegaron en enero es mucho mayor. Más de 78000 hombres, mujeres y niños intentaron ingresar ilegalmente. Varias de estas personas lo hicieron aferradas a las nuevas decisiones de Joe Biden, así como a la esperanza de conseguir mayor flexibilidad para permanecer en Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de que más de la mitad son hombres solteros, la presencia de niños no es menos importante por el estado de vulnerabilidad al que se enfrentan.
Una vez que ingresan a Estados Unidos, los menores son remitidos por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) y quedan bajo la supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS por sus siglas en inglés). Un comunicado de este organismo da más detalles sobre el proceso y sobre las novedades en el centro reabierto en Texas. El recinto, inoperativo desde julio de 2019 hasta ahora, recibió al primer menor no acompañado el pasado 22 de febrero.
El aumento en la llegada de inmigrantes de menores de edad y la pandemia por el COVID-19 son dos factores que según la HHS fueron tomados en cuenta para la reapertura ya que deben incluir más camas y aplicar el distanciamiento social.
La reforma migratoria
Las esperanzas de los migrantes en la frontera no serían infundadas. Hace poco días los demócratas presentaron en el Congreso un proyecto de ley que busca “un camino” a la ciudadanía para 11 millones de personas que viven en el país ilegalmente, reseñó France 24.
Este camino solo aplicaría para las personas que han estado en el país desde antes del 1 de enero de 2021. Cualquiera que ingrese a la nación después y de forma irregular no calificaría.
Otra medida incluida en el proyecto establece que las autoridades se concentrarían en las personas con estatus irregular que representen una amenaza a la seguridad y no en arrestar, así como expulsar a cualquier indocumentado, independientemente de sus antecedentes penales o vínculos comunitarios.
Mientras tanto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestaría y removería principalmente a personas que representan una amenaza para la seguridad nacional.
Este organismo y el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) fueron criticadas también por Ocasio-Cortez, que anteriormente ha promovido la modificación o eliminación de otras instituciones estadounidenses.