Pocas circunstancias en el mercado resultan ser un salto al vacío como los arreglos previos a las superproducciones de Hollywood. Inversiones millonarias podrían convertirse de la noche a la mañana en excelentes negocios a largo plazo o terminar en un fracaso rotundo. La historia demostró que, muchas veces, poco importa el dinero o el elenco. Volver al Futuro fue uno de esos milagros que se convirtió en un clásico de todos los tiempos. Aunque la historia no siguió desde la trilogía, los conflictos judiciales se renuevan en los tribunales de Estados Unidos hasta el día de hoy.
Uno de los conflictos legales más famosos de la historia fue la demanda de Crispin Glover (actor de George McFly en la primera entrega) contra los productores. Como en la película interpreta a el mismo personaje en 1955 y 1985, el equipo de producción contaba con la máscara con la que le realizaron la prótesis para avejentarlo. Al no llegar a un acuerdo para la secuela, Bob Gale (co-guionista) y equipo decidieron ponerle el molde de la película anterior a otro actor. Luego de una larga lucha en la justicia norteamericana, Glover ganó la demanda y sentó un precedente en la industria.
El conflicto actual es entre DeLorean Motor Company y la empresa Universal. Ambas compañías firmaron en los ochenta un acuerdo donde ambas partes acordaron que DeLorean recibiría el 5 % de los ingresos comerciales de la franquicia Volver al Futuro. Cabe recordar que los productores no se decidían sobre el vehículo que utilizarían para los viajes en el tiempo de la historia. Mientras los estudios rechazaban el film, hasta se había pensado que Marty regresaría al pasado en una heladera. Sin embargo, la idea se rechazó por temor a que los niños de la audiencia se metan dentro de sus refrigeradores buscando regresar al pasado.
Finalmente se decidieron por el icónico automóvil y cerraron ese acuerdo que se cumplió durante la primera década. En 1995, DeLorean Motor Company fue adquirida por el empresario Stephen Wynne. Aunque dejaron de fabricar el modelo del auto utilizado en la película, la compañía subsistió fabricando los repuestos para los modelos existentes, que comenzaron a cotizar con el correr de los años.
Ahora, Wynne asegura que desde 1997 no recibe un solo dólar de parte de Universal. Aunque no se conocen los motivos por los que el propietario de los derechos del DMC acudió a la justicia recientemente, se calcula que la demanda será multimillonaria y que Universal tendrá que desembolsar una enorme cantidad de dinero.
Mientras se entretiene con la demanda a la productora de Hollywood, el empresario anunció que en 2024 un nuevo modelo del DeLorean saldrá al mercado para ser adquirido por el público interesado: el Alpha5.