Family Ties fue una exitosa serie de televisión en los Estados Unidos a principio de los ochenta. Uno de sus personajes estelares era el joven Michael J. Fox. Su papel allí hizo que muchos productores y directores se fijaran en él para producciones importantes, pero Michael estaba comprometido contractualmente con la ficción y tampoco quería abandonar el proyecto que le había dado visibilidad, con el cual estaba agradecido.
Por esos años, los creadores de Back to the future estaban buscando el respaldo para realizar la película, pero el guion no despertaba gran interés por parte de candidatos a inversores, por lo que el inicio no fue sencillo. Cuando Robert Zemeckis, Bob Gale y Steven Spielberg pudieron finalmente iniciar el proyecto con Universal Studios, lamentaron no poder contar con Michael J. Fox para el papel de Marty, ya que su compromiso preexistente lo impedía. Ambas partes estaban interesadas, pero los horarios de filmación estaban superpuestos.
Luego de los castings de rigor, los productores escogieron a Eric Stoltz y comenzaron a filmar. La película tenía varios personajes jóvenes, por lo que la mayoría de los actores se concentraban en hacer bien su trabajo, sin percibir que algo no estaba funcionando. Con la mitad del proyecto cinematográfico grabado, una mañana los productores suspendieron la filmación después de siete semanas de trabajo y citaron a los actores.
Thomas F. Wilson, quien estaba haciendo su primer papel importante como el malvado Biff Tannen, había pensado lo peor: que no estaba rindiendo, por lo que seguramente habían decidido echarlo. El actor, con la inseguridad de su primer gran papel, reconoció recientemente que cuando recibió el llamado telefónico para una reunión el día de la suspensión de la producción, suplicó que le adelantaran algo de lo que pasaba. Lo único que escuchaba del otro lado del tubo era que lamentablemente tenían que hablar en persona. “Cuando iba en el auto, en el viaje más largo de mi vida, repasaba en mi cabeza lo que iba a decir cuando me echen. Les daría la mano como un caballero, agradecería la oportunidad y me iría para no volver a actuar jamás. Pensé en comprarme un barco pesquero o estudiar abogacía”.
Al llegar, “Biff” se encontró con dos sorpresas. La reunión no era para él, o al menos no para él solo. Allí estaba Crispin Glover, que interpretaba al padre de Marty en 1985 y 1955. Justamente Marty era quien no estaba en la reunión. Sí había un despido en el elenco, pero no era para él como temía. “Escuchen muchachos, la película va excelente, es increíble, ustedes están muy bien…pero lamentablemente tuvimos que despedir a Eric. “Me derretí en la silla como un dibujo animado”, reconoció Wilson en una entrevista años después.
Resulta que Stoltz, que para los productores era un buen actor y no se estaba desempeñando técnicamente mal, no tenía la comicidad sutil que buscaban en el joven viajero del tiempo. “El problema fue que ellos necesitaban un cómico”, contó Fox cuando lo consultaron por este asunto.
Finalmente decidieron que el producto era lo suficientemente bueno como para hacer algo bastante osado. Reabrieron las negociaciones con Michael J. Fox, llegaron a un acuerdo para filmar la mayoría de las escenas de noche y madrugada y desecharon el trabajo grabado con Eric Stoltz. El éxito y el acierto con la elección del personaje no se discuten. “Casi no dormí ese año”, reconoció el Marty que pasó a la historia.
Los empujones, moretones y la venganza que no pudo ser
Aunque no expuso públicamente la situación por su condición de novato, el actor que interpretó a Biff estaba muy enojado con su rival de la ficción. Resulta que Stoltz se había tomado muy en serio el papel (seguramente esta cuestión contribuyó a su despido) y se plantó al estudio como lo que se denominaba por esos días como un “actor metódico”. Incluso solicitó a sus compañeros que no lo llamen por su nombre real, sino que se refieran a él como “Marty” por el tiempo que dure la producción.
Wilson sintió desde un primer momento que su colega se tomó demasiado en serio su rol de antagonista, por lo que en determinadas escenas la violencia de los enfrentamientos de la película se tornaba real. “En la escena de la cafetería donde tiene que empujarme, lo hacía tan en serio que me lastimaba realmente. Llegué a decirle: ‘Hey, Marty, estamos actuando. Si pretendes que me empujas, yo me iré para atrás, es una película’. Pero me ignoraba y hacía como que no me escuchaba y cuando el director decía ¡acción! nuevamente me golpeaba con fuerza en la clavícula. Me dejó el pecho lleno de moretones. Estuve a punto de golpearlo en el rostro delante de todos, ese día”, recordó el intérprete de Biff.
El joven actor, que sufrió a Stoltz durante todas las semanas de rodaje, se dio cuenta que si respondía podría hasta perder el trabajo. El fallido intérprete de Marty contaba con más trayectoria que él, por lo que una confrontación hubiera sido peligrosa.
Entonces, Wilson decidió darle una dosis de su propia medicina. Hacia el final de la película, en la famosa escena del auto, Biff saca del auto con violencia a Marty para quedarse a solas con Lorraine, su amor imposible que sólo pudo tener lugar en una línea de tiempo alternativa en la secuela. Ese sería el momento de venganza y arreglo de cuentas que el guion permitía. Sin embargo, Thomas Wilson no tuvo nunca la oportunidad. Esa escena en particular no llegó a filmarse con Eric Stoltz, ya que fue despedido poco antes de la fecha en que se iba a realizar. Se hizo únicamente con Michael J. Fox, que le aportó al personaje exactamente lo que los productores buscaban.
Aunque tuvo una importante carrera después, Eric Stoltz se perdió la oportunidad de ser parte de una exitosa historia, que se convirtió en un clásico. Probablemente con él, no hubiera sido lo mismo.