Guerra híbrida, en términos militares, consiste en un conflicto asimétrico donde la desinformación juega un factor clave. Además, es un escenario se sirve de la inestabilidad interna para emplear cualquier clase de artimañas, aparte de la fuerza convencional, combinado con ‘fake news’, para influir en la población. Así denunciaron en su oportunidad las autoridades ucranianas respecto a la incursión de Rusia en su territorio.
Ucrania acusó al Kremlin de lanzar ataques cibernéticos. El Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad Informática de Ucrania denunció que hay pruebas de una «huella rusa» oculta tras el ciberataque, con un intento de «responsabilizar a Polonia».
El cuerpo diplomático de Estados Unidos así lo ha confirmado mediante un comunicado en el que esgrime lo siguiente: «Las entidades militares y de inteligencia rusas participan en estas actividades en todo el ecosistema de desinformación y propaganda de Rusia, con el fin de ejecutar operaciones maliciosas en redes sociales, el uso de medios digitales expresa o tácitamente aliados, la introducción de desinformación en la programación en medios de radio y televisión, la organización de conferencias destinadas a influir en los asistentes para que crean equivocadamente que Ucrania, y no Rusia, es la culpable de la escalada de las tensiones en la región».
Por su parte el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, exclamó que: «Rusia ha utilizado tácticas híbridas, incluida la desinformación y campañas de control digital, para desestabilizar Ucrania». Sus declaraciones surgen luego que hackers dejaron un mensaje en la página web del Ministerio de Exteriores de Ucrania en ruso, ucraniano y polaco que decía: «¡Ucranianos! Vuestros datos personales fueron colgados en la red. La información sobre vosotros se ha hecho pública».
Estados Unidos sancionó a cuatro ucranianos por colaborar con Rusia
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos, debido a este ataque se dio recientemente, ha sancionado a cuatro ucranianos, acusados de conspirar con Rusia para legitimar su invasión a Ucrania.
Entre los señalados están Taras Kozak y Oleh Voloshyn, quienes se desempeñan como legisladores en el país. Asimismo, el otro par lo componen los exfuncionarios, Volodimir Oliynyk y Vladimir Sivkovich. Estas personas fueron sancionadas por crear inestabilidad en Ucrania y estar apoyando al Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB), lo que en tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue el Comité para la Seguridad del Estado, que también se conoce como la KGB.
En vista que el legislador Kozak es dueño de varios medios de comunicación, se le acusa de usarlos para denigrar a integrantes del círculo íntimo del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, así como de propagar y amplificar mentiras que servirían para justificar una invasión rusa.
Washington envió 90 toneladas de armamento a Ucrania
Ante la presencia militar rusa, la Embajada de EE.UU. confirmó la llegada de más de 90 toneladas de armamento enviado por Estados Unidos a la capital de Ucrania. Esta sería la primera remesa de la ayuda a Ucrania autorizada por Joe Biden.
Si bien no se ha detallado de qué consiste, las redes sociales de la embajada informan que es «ayuda de carácter letal, con munición incluida, para los defensores del frente de Ucrania». «Esto demuestra el firme compromiso de EE.UU. con el derecho soberano de Ucrania a la defensa propia», agregó la embajada.
Biden desplegaría 50.000 soldados, según The New York Times
Además, Biden podría desplegar hasta 50.000 soldados estadounidenses, así como aviones y buques de guerra en Europa del Este para contrarrestar una acumulación militar rusa que ha generado temores de que Vladimir Putin esté a punto de invadir Ucrania.
De acuerdo con The New York Times, los soldados no avanzarían sobre Rusia ni Ucrania, sino que el plan contemplaría el envío inicial de entre 1.000 y 5.000 soldados a países de la OTAN como Lituania, Estonia y Letonia, que limitan con territorio ruso.
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Si la amenaza de seguridad se incrementa, el número de tropas podría llegar hasta 50000, además de nuevos despliegues de barcos y aviones. Así lo señala el plan de funcionarios del Pentágono presentado a Biden durante una cumbre en la base militar Camp David durante el último fin de semana.
Luego de la desastrosa retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán el año pasado, The New York Times señala que Biden pretende evitar botas a un territorio en conflicto. Desde la administración de Donald Trump el Partido Demócrata ha acusado a Rusia de entrometerse en las elecciones. Ahora, indica lo mismo pero en Ucrania.
Trump aseguró que bajo su mandato EE.UU. dejaría de ser el policía del mundo y así fue. El contraste con su sucesor ha sido marcado. Ha fortalecido a sus rivales y debilitado al ejército. Frente al fracaso económico, la escasez de productos y una pandemia que no ha sabido controlar (ha sufrido más muertes que bajo Trump, pese a que está ante una variante menos letal), una guerra podría servir para unir a la nación.
A diferencia de su predecesor, que era anti-globalista y retiró fondos de organismos internacionales que amenazaban la soberanía nacional, Biden ha demostrado apuntar a fortalecer a la OTAN y por ende enfrentar a Rusia que es su principal rival militar.
Mientras, el diálogo entre Washington y Moscú continúa. Rusia envió demandas de seguridad por escrito. Ahora es el turno de Estados Unidos que debe contestar.