
No es un secreto que el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asumido un rol de “gurú” de los socialista, tanto dentro como fuera de España, y que simpatiza con el actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. La cuenta de las veces que ha oxigenado al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela se ha perdido. Pero ahora tiene el foco puesto en su país. El objetivo es claro: lograr que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) siga en la Moncloa.
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Tras el fracaso del líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, en su intento de formar gobierno, Sánchez espera que el rey Felipe VI abra una nueva ronda de consultas y lo proponga para la reelección. Sin embargo, los votos no le alcanzan. Está obligado a negociar con los partidos independentistas catalanes Junts per Catalunya (JxCAT o Junts) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que tienen 14 diputados (7 cada uno), pero elevaron sus exigencias. Es aquí donde aparece Zapatero “en el banquillo” para “echarle un cable” a Sánchez, según explica Vozpopuli en términos coloquiales.
Zapatero, “uno de los grandes apoyos de Sánchez”
Y es que según una fuente del PSOE citada por el mencionado medio español, Zapatero “es uno de los grandes apoyos de Sánchez en su política de pacto con la izquierda a la izquierda del PSOE y con el independentismo catalán” y es la última carta bajo la manga del actual líder de los socialistas para abrirle el camino a su eventual investidura, por lo cual afirma que “se volcará en defender la amnistía para que cale en la izquierda”. Su misión sería lograr que la amnistía a los implicados en el intento secesionista de Cataluña en 2017 sea vista como una medida necesaria para la “paz”.
“Zapatero es un guía moral para este partido”, dijo la fuente citada por Vozpopuli, destacando la autoridad que tiene el expresidente en el PSOE, ya que habría jugado un rol importante en la campaña para las elecciones generales del 23 de julio al lograr “con tan solo dos entrevistas” levantarle el ánimo al partido mostrándole el camino que debía seguir el equipo de estrategia de Sánchez.
Amnistía sí, referendo no
¿Será suficiente? Hasta hace unos días sí. Los socialistas tenían avanzada la negociación con los independentistas en torno a la amnistía. No obstante, el Parlament (legislativo catalán) aprobó el viernes la propuesta de resolución de Junts y ERC de no apoyar la investidura de Sánchez “si no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones” para la celebración del ansiado referendo de autodeterminación en Cataluña. Pero el juego se trancó.
Tanto el PSOE como el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) respondieron en un comunicado que “por ese camino, no hay avance posible”. Y la decisión se mantiene. El PSOE reiteró este sábado que se puede hablar de amnistía pero no de referendo. Si los independentistas catalanes ceden, Zapatero entraría en juego para lavarle la cara a la amnistía y facilitarle la investidura a Sánchez. Pero si no lo logra antes del 27 de noviembre, la repetición de las elecciones el 14 de enero será inevitable.