El fracaso de Alberto Núñez Feijóo en su último intento para convertirse en presidente del Gobierno español era solo un trámite. Los números no le alcanzaron para superar el umbral de 176 votos el miércoles en el primer debate que requería mayoría absoluta y tampoco este viernes, cuando bastaba con mayoría simple. Las cuentas eran de conocimiento público. Las posibilidades de sumar apoyos eran casi inexistentes. Ahora, agotadas las opciones para el líder del Partido Popular (PP), vencedor de las elecciones generales de julio, le toca el turno al actual presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, quien enfrenta un escenario aún más complicado, pues deberá traicionar España y entregarla a la fragmentación que buscan los independentistas catalanes para garantizarse otra legislatura, pero en un país que podría entregar con menos territorio del que recibió. Ante este escenario, la repetición de elecciones en España parece inevitable.
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Con los 121 diputados que obtuvo el PSOE y los 31 de su aliado natural, Sumar, Pedro Sánchez está incluso más lejos que Feijóo de la investidura. Son apenas 152 votos que le garantizarían un gobierno cómodo y sin muchas condiciones. El resto de los escaños están en manos de los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, que no lo respaldarán sin pedir algo a cambio. En un principio se puso sobre la mesa la amnistía a los implicados en el intento secesionista de Cataluña en 2017, sobre lo que había avances, pero en las últimas horas, los dos principales partidos separatistas catalanes, Junts per Catalunya (JxCAT o Junts) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), elevaron sus exigencias.
La extorsión de los independentistas catalanes
La resolución presentada por estas dos formaciones al Debate de Política General (DPG) del Parlament (legislativo catalán) fue aprobada este viernes, con lo que se oficializa la posición intransigente de condicionar el apoyo a la investidura de Sánchez a una negociación que permita “hacer efectivas las condiciones” para la celebración de un referendo de autodeterminación en Cataluña. Dicho de otra manera, el líder socialista tendría que entregar España a la fragmentación territorial que pretenden los catalanes para lograr su investidura antes del 27 de noviembre y así evitar la repetición de las elecciones, que debería convocarse para el 14 de enero.
Aunque en un principio Sánchez parecía dispuesto a llevar los pactos con los separatistas hasta las últimas consecuencias con tal de mantenerse aferrado al poder, en las últimas horas ha apostado por la sensatez al enmarcar “siempre dentro de la Constitución” cualquier acuerdo. Apenas se conoció que Junts y ERC presentaron en la tarde de este jueves la propuesta de resolución –ahora aprobada– ante el Parlament, el PSOE y el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) respondieron en un comunicado que “por ese camino, no hay avance posible”.
El PP apostará por la repetición de las elecciones en España
El próximo paso debe darlo la presidente del Congreso, la socialista Francina Armengol, comunicando oficialmente al rey Felipe VI el resultado de la votación en la que Alberto Núñez Feijóo no logró la investidura, para que el monarca abra una nueva ronda de consultas con los máximos líder de los partidos para poder proponer un nuevo candidato, que sería el actual presidente del Gobierno.
Pedro Sánchez necesitará los votos de los independentistas catalanes, dado que Feijóo dejo claro que el PP no se abstendrá para facilitarle el camino a Sánchez. Por el contrario, el partido con mayor cantidad de escaños en el Congreso de los Diputados de España –que ya ha manifestado su rechazo total a la amnistía– apostará por el escenario que parece inevitable: la repetición de las elecciones.