Colombia decide su futuro en pocos días. Y no se trata solo de escoger al sucesor de Iván Duque para los próximo cuatro años. Del resultado de esta elección depende la consolidación de la alternabilidad democrática o la imposición de un modelo que –como la experiencia en todos los países donde se ha instaurado lo ha demostrado– busca perpetuarse en el tiempo. Ya solo quedan dos opciones: el candidato de la extrema izquierda, Gustavo Petro, o el ingeniero Rodolfo Hernández, quien evita el encasillamiento ideológico. La amplia ventaja que tenía Petro quedó en el pasado. El escenario para la segunda vuelta en Colombia es más ajustado.
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¿Hacia dónde se encaminan ambos proyectos? Petro ha dicho –aunque ahora lo niegue– que como presidente convocaría a una constituyente para cambiar las reglas del juego democrático, y de su fórmula vicepresidencial se ha escapado que su proyecto es “de largo plazo”. Por el otro lado, Hernández garantizó en una reciente entrevista que no tiene planes de gobernar más de cuatro años porque –según soltó jocosamente– dada su avanzada edad: “tampoco aguanto más”. ¿Quién ganará? Para esta segunda vuelta en Colombia ya no basta con ver los resultados que arrojan las encuestas.
Hay al menos tres factores que se deben considerar y que se evalúan en este análisis. Evidentemente, las encuestas es uno de ellos. El Centro Nacional de Consultoría (CNC) mostró en su primer sondeo después de la primera vuelta que Rodolfo Hernández tenía una ventaja de dos puntos. Esto cambió a los pocos días. La segunda encuesta arrojó un resultado favorable para Gustavo Petro por cuatro puntos. El tracking presidencial que venía realizando diariamente el conglomerado de medios RCN, La FM y La República también comenzó con ventaja para Hernández. En este caso era de ocho puntos. Esto también ha venido cambiando hasta cerrarse y mostrar un empate técnico. Durante un par de días incluso Petro pasó a la cabeza con menos de un punto y medio de ventaja. Sin embargo, la última medición divulgada este sábado muestra que Hernández está recuperando terreno con casi un punto de ventaja. Se presume que se pueda estar empezando a ver el efecto de los llamados ‘petrovideos’. Invamer y Guarumo también presentaron ya los resultados de sus estudios de opinión. En ambas aparece Hernández con una ligera ventaja. En la primera es de un punto y en la segunda de dos.
El segundo factor a considerar es el comportamiento del electorado que pudiera proyectarse para la segunda vuelta con base a los resultados de la primera. Por ejemplo, pudiera esperarse que los cinco millones de votos que obtuvo Federico ‘Fico’ Gutiérrez se sumarían casi en su totalidad a los cerca de seis millones que consiguió Rodolfo Hernández. Pero estas matemáticas no son exactas. Esta suma no es automática, y es aquí donde entra el tercer factor, en el que se considera el voto en blanco y la variación en la participación entre la primera vuelta y el balotaje. Históricamente la participación no suele mostrar cambios significativos. Es por ello que el voto en blanco es clave. Es el enemigo a vencer para que pueda cumplirse lo que muestran las matemáticas y las encuestas. En esta segunda vuelta el voto en blanco podría ser el mayor aliado de Gustavo Petro para ganar la Presidencia de Colombia. Los electores tiene la última palabra.