El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tuvo una visita muy productiva en la Cumbre de las Américas, en la que resaltó el papel de su país en el cuidado del medio ambiente y abogó por la defensa de la libertad de expresión. En su discurso, destacó que gracias a la producción de alimentos de su país, al menos un billón de personas en el planeta son alimentadas, y llamó la atención de que tan solo el 27% del territorio brasileño es usado para actividades agrícolas.
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Además, hizo énfasis en el tema energético, resaltando que el 85 % de la producción energética del país proviene de energías renovables en comparación con otros países que dependen mucho más de energías fósiles.
Todo esto ocurre en medio del clima electoral de octubre de 2022, en el que el presidente del Tribunal Superior Electoral, magistrado Edson Fachin, en una rueda de prensa amenazó con anular la elección de aquellos que hayan sido electos y se haya comprobado que difundieron noticias falsas en el proceso electoral.
Recordemos que existe una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) contra las Fakenews, en la que se acusa al Presidente Bolsonaro y sus seguidores de difundir noticias falsas. Ya varios bolsonaristas han pasado por el banquillo de los acusados y han salido airosos al quedar demostrado que, las falsas noticias son más bien las que señalan en su contra, por lo que esta CPI ante su fracaso quedo en pausa.
La amenaza está latente. Fachin es quien anula las condenas de Lula y lo hace nuevamente elegible ¿Será que esta CPI acusará a Bolsonaro de difundir noticias falsas para quitarle la elección, ya que su popularidad es imbatible? ¿Es este un nuevo mecanismo en el que la izquierda va a sepultar la soberanía popular de los ciudadanos con argumentos jurídicos? En estas elecciones, la Libertad de expresión y la soberanía popular es lo que está en juego.