
Los resultados de la primera vuelta en Colombia pintan un nuevo escenario. Los dos candidatos que pasaron al balotaje deberán comenzar una nueva campaña, dar un giro a sus estrategias y aplicar las matemáticas. Aunque Gustavo Petro haya sido –en términos numéricos– el ganador de la jornada electoral de este domingo, su rival, el ingeniero Rodolfo Hernández, parece menos presionado por las cuentas. Tal vez podría irse a dormir –como hizo después de sufragar– teniendo la seguridad de que sumará todo el voto antipetristas. En la campaña del Pacto Histórico el escenario es más complejo. Ningún voto llegará solo.
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Son un poco más de 6,2 millones de votos en juego que pertenecen a los cuatro candidatos que se quedaron el camino. Pero más de 85 % de este electorado es de derecha dura o centroderecha. Solamente Federico Gutiérrez capitalizó un poco más de 5 millones de estos votos, y si se le suman los del candidato cristiano John Milton Rodríguez y los del derechista Enrique Gómez se estaría hablando de cerca de 5,4 millones de votantes para quienes Petro no es una opción.
Rogando apoyos
El equipo de Petro lo sabe. Por eso se ha lanzado a la caza de los 888.585 votos del centroizquierdista Sergio Fajardo. Poder seducir a estos electores que ideológicamente podrían tener coincidencias con Petro es su única esperanza. Sin perder tiempo ya le ruegan públicamente, incluso olvidando la confesión de la senador electa por el petrismo, Isabel Zuleta, de que el hundimiento de la candidatura de Fajardo fue obra del equipo del Pacto Histórico, que puso en práctica una campaña para “quemarlo”, según se le pudo escuchar admitiendo en un video.
“Es urgente para nuestra democracia enfrentar el proyecto autoritario y el salto al vacío y sentarse a conversar con Gustavo Petro. Colombia te necesita”, le dijo en un mensaje abierto por Twitter a Fajardo la excongresista Ángela María Robledo, quien fue la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro en las elecciones de 2018. El excandidato de la Coalición Centro Esperanza anunció que tomará su decisión en las próximas horas, pero durante la campaña se evidenciaron más roces con Petro que con Hernández.
Mensaje a @SergioFajardo : en esta oportunidad tu decisión es histórica. Es urgente para nuestra democracia enfrentar el proyecto autoritario y el salto al vacio y sentarse a conversar con @petrogustavo
Colombia te necesita.— Ángela María Robledo (@angelamrobledo) May 29, 2022
Solo 500.000 votos en cuatro años de campaña
El tiempo apremia para la extrema izquierda. Y si bien Petro necesitaría sumar menos votos que Hernández, los números muestran que ha llegado a su techo. A Petro le bastaría con un millón de votos adicionales para ganar la Presidencia, mientras que Hernández tendría que sumar unos cuatro millones, pero las cuentas no son tan sencillas. Ya Federico Gutiérrez pidió a sus cinco millones de votantes apoyar a Hernández en la segunda vuelta para evitar el triunfo del comunismo.
El exguerrillero del M-19 no encuentra de dónde sumar el millón de sufragios que necesita en solo tres semanas. No se puede olvidar que Petro lleva cuatro años en campaña y este domingo apenas logró aumentar su votación en 500.000 votos en comparación con la segunda vuelta de 2018.
Se agotó el discurso contra el uribismo
Otro punto en contra es la desgastada estrategia de enfocarse solo en atacar al uribismo. La campaña de Petro no ha encontrado otra forma de enfrentar a su rival para el balotaje que catalogándolo como “el plan C” del uribismo. Ponerle la cara del expresidente Álvaro Uribe a todos los oponentes no pinta como una novedad. Si bien la centroderecha abusó y agotó el discurso del “castrochavismo”, la izquierda parece entrampada en una eterna batalla electoral con el exmandatario.
Hernández parece haber entendido esto muy bien, pues ha logrado capitalizar votos antiuribistas sin polarizar con el uribismo, así como también se está asegurando los votos antipetristas sin haber recurrido al recurso de relacionar a Petro con el castrochavismo. Mientras tanto, Petro mantiene su misma estrategia, pero tratar de “uribizar” a Hernández luce monótono y rebuscado.
Petro parece enfrentarse ahora a él mismo. La prensa internacional califica a Rodolfo Hernández como el candidato antiestablishment. También ha logrado capitalizar el descontento contra el gobierno de Iván Duque y promete un cambio. Su bandera es la lucha contra la corrupción, y si bien ya Petro resaltó en su discurso de este domingo en la noche que su “contradictor está imputado por corrupción”, el candidato del Pacto Histórico no está libre de pecado como para lanzar la primera piedra.