Este lunes se cumplió el segundo paso en el complejo proceso de elección del presidente de Estados Unidos. Los miembros del Colegio Electoral emitieron sus votos. Como ha sido tradición, ratificaron el resultado del día de la elección que –según la proyección de los medios– otorgaba 306 votos electorales al demócrata Joe Biden y 232 al republicano Donald Trump. Este escenario se mantuvo, así como también asegura el presidente Donald Trump que mantiene su batalla legal por demostrar que se habría cometido un presunto fraude.
La votación dada a conocer este lunes en la tarde se mantenía con 302 votos electorales para Biden y 232 para Trump, según reseñó la agencia EFE. Faltaban por confirmarse los 4 votos de Hawái, estado donde el demócrata ganó el voto popular.
La votación de este 14 de diciembre transcurrió en medio de “amenazas creíbles de violencia”. Este fue el escenario que se vivió en Michigan, donde las fuerzas de seguridad clausuraron el Capitolio en plena votación del Colegio Electoral, según reportó Europa Press.
En otros estados también se incrementaron las medidas de seguridad ante la convocatoria de manifestaciones. En Pensilvania los electores estuvieron escoltados y en Arizona la reunión del Colegio Electoral estatal se realizó en un lugar secreto.
Trump, el centro del discurso de Biden
De esta manera, Joe Biden y Kamala Harris se convierten oficialmente en presidente y vicepresidente electos. No obstante, aún queda un último paso para la proclamación definitiva.
A primeras horas de la noche, Joe Biden ofreció su primer discurso como presidente electo. Donald Trump fue el centro de su alocución. El demócrata se dedicó a fustigar los intentos del líder republicano por revertir los resultados, acusándolo de “abuso de poder, intimidación y amenazas”, según reseñó CNN.
Será el próximo 6 de enero cuando el Congreso certificará los resultados en una sesión conjunta presidida por el vicepresidente Mike Pence. El líder republicano no se rinde en su cruzada por demostrar que las elecciones fueron “las más fraudulentas de la historia”, como reiteró el domingo.
Aunque la certificación en el Congreso ha sido tradicionalmente un mero trámite, Trump no descansará en las próximas tres semanas. Su propósito es poder mostrar evidencias contundentes que le permitan avanzar en el plano legal para jugarse su última carta en el Capitolio.
¿Qué le queda a Trump en las cortes?
Tras varios reveses en las cortes, este lunes, previo a la votación en el Colegio Electoral, Trump obtuvo lo que podría considerarse su mayor victoria en su larga batalla judicial. Un juez de Michigan autorizó la publicación del informe sobre la auditoria forense a 22 máquinas de votación de Dominion Voting System en el condado de Antrim, Michigan. El resultado apunta a errores intencionales para influir en la elección. La tasa de error permitida de 0,0008 % se ubicó en 68 % en las maquinas auditadas, asegura el informe.
Por el otro lado, el mayor golpe sería el revés en la Corte Suprema de Estados Unidos. El fin de semana, el máximo tribunal del país desestimó la demanda presentada por el fiscal general de Texas con la que se buscaba impugnar las elecciones en Georgia, Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Con esta acción se buscaba determinar que en estos estados hubo violaciones a la Constitución.
La decisión desfavorable en la corte no fue de fondo sino de forma. Los jueces del máximo tribunal en ningún momento rechazaron las pruebas porque simplemente no llegaron a revisarlas. El caso se desestimó alegando que la demanda de Texas no procedía porque este estado no tenía competencia para interferir en la organización de comicios en otros estados. Además, este caso no podría calificarse directamente como una derrota para Trump porque no fue una demanda presentada por sus abogados.
Esto dejaría abierta la posibilidad de volver a tocar esta puerta. El equipo legal, encabezado por Rudy Giuliani, adelantó el viernes que están considerando presentar demandas por separado en los tribunales de distritos.
Inevitablemente, el 20 de enero debe concluir el proceso de sucesión. Incluso si la elección es impugnada en las cortes, la Constitución federal garantiza que el país tenga un presidente para el día de la juramentación.