Una “cooperación estratégica estrecha” ofrece el dictador norcoreano, Kim Jong-un al presidente ruso, Vladimir Putin, para enfrentar la guerra de Ucrania. ¿Qué implica? “Pleno apoyo y solidaridad con el pueblo ruso en su lucha por implementar la sagrada causa de preservar los derechos soberanos, el desarrollo y los intereses de su país frente al despotismo y arbitrariedades de los imperialistas”.
- Lea también: El “ecocidio ruso” amenaza con un brote de ántrax
- Lea también: Ataques con drones a Rusia: el karma del separatismo acecha a Putin
En concreto, Kim Jong-un propone a Moscú que la agencia de noticias norcoreana KCNA divulgue propaganda a su favor mediante la plataforma estatal que tiene una versión en inglés y español. Ya los medios norcoreanos asumieron el compromiso con la publicación de un artículo que responsabiliza al gobierno ucraniano de la reciente voladura de la presa del embalse de Kajovka, que ha afectado a las comunidades que residen en las orillas del Dniéper, así como también a los cultivos de la zona y la refrigeración de la cercana planta nuclear de Zaporiyia.
Kim Jong-un reafirma su cercanía con Rusia
A más de un año del inicio de los ataques del Kremlin contra Ucrania, Kim Jong-un cree que Putin “triunfará y mantendrá la historia de victorias que es su tradición propia”. A través de una carta pública, el dictador norcoreano respaldó el despliegue militar de su par ruso señalando que la invasión representa una “intachable decisión y liderazgo del presidente ruso para frustrar las crecientes amenazas y desafíos de las fuerzas hostiles para privar a Rusia de su soberanía, seguridad y vida pacífica ha entrado en una nueva fase decisiva”.
Esta disposición mediática de Kim Jong-un reafirma su cercanía con Rusia. De hecho, Estados Unidos descubrió en enero que Corea del Norte suministrar cohetes y misiles al grupo paramilitar ruso Wagner. Si bien Pyongyang niega esta ayuda militar, Washington tiene pruebas de que Moscú le solicitó el arsenal para su ofensiva en Ucrania a cambio de alimentos.
Evadiendo sanciones
Ahora, la promesa de cooperación a Putin evade nuevamente las sanciones impuestas a Corea del Norte por sus programas de armas nucleares y misiles. Aunque Naciones Unidas prohíbe desde 2017 emplear a trabajadores norcoreanos por las condiciones abusivas a las que están sometidos, entre ellas, largas jornadas de trabajo y la confiscación de su salario por el Estado, se estima que 20.000 norcoreanos trabajan en lugares remotos de Rusia.
Es una relación donde Rusia obtiene mano de obra barata y para Corea del Norte una fuente de divisas constante. Putin rechaza las presiones de Consejo de Seguridad para desistir de esta relación que ambos sellaron en una cumbre histórica en 2019 en Vladivostok (este de Rusia).
Desde entonces, la afinidad es evidente considerando que Corea del Norte reconoce como Estados independientes a las repúblicas de Donetsk y Luhansk bajo control de los prorrusos.