Shakira vuelve a ser tendencia en las redes sociales, pero esta vez no es por el lanzamiento de una nueva canción ni por sus conflictos personales con el padre de sus hijos, Gerard Piqué. Sin que hubiera una premeditación política, la cantante colombiana ha desmontado las mentiras que el presidente Gustavo Petro ha intentado posicionar sobre el sistema sanitario del país para presionar la aprobación en el Congreso de su reforma a la salud.
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El agradecimiento público al Hospital Serena del Mar, ubicado en Cartagena, donde fue operado hace pocos días el padre de la estrella barranquillera, abrió el debate en las plataformas digitales. William Mebarak Chadid fue sometido a una delicada intervención para tratar la hidrocefalia, para lo cual fue necesario instalarle una válvula de Hakim, creada, por cierto, por el fallecido neurocirujano colombiano, Salomón Hakim. En el procedimiento participó incluso su hijo, el doctor Fernando Hakim, a quien Shakira dio las gracias desde su cuenta de Twitter y encendió la polémica.
“Gracias al @HSerenadelMar por recibirnos. Al doctor Hakim, su equipo, todo el personal médico y a ustedes por sus mensajes solidarios para mi papá y nuestra familia”, publicó Shakira este domingo en la tarde, desatando, seguramente sin pensarlo, un diluvio de críticas contra Petro por su insistencia en presentar el sistema de salud colombiano como uno de los más deficientes para que su polémica reforma cobre fuerza en la opinión pública.
Gracias al @HSerenadelMar por recibirnos. Al doctor Hakim, su equipo, todo el personal médico y a ustedes por sus mensajes solidarios para mi papá y nuestra familia. 🥰 pic.twitter.com/YpE5aAAhmH
— Shakira (@shakira) June 11, 2023
Si bien es cierto que el Hospital Serena del Mar es una entidad privada y que –evidentemente– Shakira no pasó por el trámite de esperar la asignación de una cita mediante una EPS, también es cierto que la cantautora colombiana reside en Miami y cuenta con los recursos para haber operado a su padre en un hospital del sur de la Florida o incluso en Houston, ciudad estadounidense que cuenta con la más alta calidad en atención médica. Sin embargo, ella prefirió optar por un hospital colombiano.
Petro contra el sistema de salud colombiano
Esto ha servido para reprochar las constantes críticas del presidente Gustavo Petro al sistema sanitario colombiano, que en más de una oportunidad ha buscado presentarlo como uno de los peores. Así, por ejemplo, cuando el pasado 25 de abril el expresidente Juan Manuel Santos le recordó a Petro que “Colombia tiene uno de los mejores sistemas de salud en el mundo”, el actual mandatario refutó esa afirmación publicando un gráfico con el que aseveraba que, según la revista especializada The Lancet, “Colombia queda en el puesto 81”.
Entonces no se trata de una mejora en pro de la “igualdad” que constantemente pregona la izquierda. Gustavo Petro no hizo referencia a la demora en la asignación de citas para especialidades o el supuesto difícil acceso a la atención médica en los sectores de bajos recursos. El mandatario atacó directamente al sistema colombiano de salud en general. Es a esto a lo que se refería Santos cuando expresó que “por supuesto hay mucho que mejorar pero no podemos construir lo que hemos construido”.
Señor expresidente @JuanManSantos , esta es la clasificación de sistemas de salud que hace la revista The Lancet.
Colombia queda en el puesto 81 https://t.co/o9hSVni0P6 pic.twitter.com/awCOU0jUOx
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 26, 2023
Lo que Petro no dice es que, por ejemplo, el sistema de salud colombiano fue reconocido el año pasado como uno de los 10 más inclusivos del mundo en el Índice de Salud de The Economist. Adicionalmente, Colombia destacó como el país de Latinoamérica que mejor manejó la emergencia sanitaria por la pandemia y ocupó el puesto 12 en el mundo, según el Ranking de Resiliencia Covid realizado por Bloomberg.
Clientelismo y corrupción
Ya el exministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, alertó en una entrevista ofrecida en enero a PanAm Post sobre los riesgos que implica la reforma que impulsa el Gobierno. “Vamos a terminar probablemente con discontinuidades o fragmentación mayor de la atención entre los primeros niveles y la alta complejidad, y también vamos a tener un riesgo alto de corrupción pública por la cantidad de recursos que se va a entregar a los entes territoriales para su ejecución (…) hay un riesgo muy alto de corrupción”.
Y es que efectivamente, según el articulo 43 del proyecto del Ejecutivo, los alcaldes y gobernadores tendrían la facultad de nombrar cada cuatro años a los directores de hospitales, lo que podría derivar en un “clientelismo e injerencia política” que fomentaría la corrupción, según advirtió hace un par de semanas Transparencia Colombia.
De acuerdo con la reforma, las EPS –entidades privadas a las que deben afiliarse los ciudadanos y contribuir con un plan– pasarían a ser solo prestadoras del servicio de salud sin poder de administración, ya que la propuesta pasa por cambiar el sistema de salud actual por uno público y universal con el que el Gobierno promete “garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos”, recordando al fallido sistema de seguro social que operó en el país hasta los años 90 y que hoy sigue implementándose con alta precariedad, demagogia y corrupción en la vecina Venezuela.