Curazao reabrirá la frontera marítima con Venezuela a partir del 3 de abril para retomar las relaciones con el régimen de Nicolás Maduro. La isla, a cargo del primer ministro, Gilmar Pisas, anunció la pretensión en medio la negociación de las operaciones de su Refineria di Korsou (RdK) para las siguientes tres décadas luego de Petróleos de Venezuela (PDVSA) la manejara hasta 2019.
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La intención que tiene Curazao de restituir las conexiones con Venezuela la tomó el Consejo de Ministros. De la misma forma, “los detalles técnicos” para concretarla serán evaluados por Miraflores a la brevedad y notificados por la administración de Pisas, según un comunicado del ente.
Maduro aceptará. La reacción del canciller chavista, Yván Gil, en Twitter lo confirma. Desde la red social, aseguró que “la decisión contribuye al desarrollo económico, la interacción social y el fortalecimiento de los lazos históricos”.
Un momento clave
La decisión de Curazao de volver a tener contacto con Maduro va más allá de lo vociferado por Gil. Esto ocurre, en realidad, en un momento clave: la Refinería de Korsou (RdK) y la empresa local Curacao Oil Refinery Complex B.V. (CORC B.V.) están evaluando las propuestas presentadas por grupos empresariales, para operar en estas infraestructuras que se encuentran en la isla caribeña, que hoy poseen una capacidad para procesar 335.000 barriles diarios de petróleo.
Si bien entre los aspirantes figuraron Zhenrong Energy de China, Motiva/Aramco de EE. UU., así como el grupo internacional Klesch de Alemania, sólo las dos compañías a cargo de venezolanos, Aldea, liderado por Luis Gallegos y Luis Alba; y el consorcio estadounidense-brasileño Caribbean Petroleum Refinery (CPR), dirigido por Luis Giusti, expresidente de PDVSA y Reyes Reinoso Yáñez, expresidente y director general de REFICAR (Refinería de Cartagena S.A.); fueron considerados para el proceso.
Sin embargo, hasta ahora ninguno ha logrado convertirse en el sustituto de PDVSA. “El proceso ha sido tortuoso. RDK tenía previsto sellar un acuerdo en septiembre del año pasado pero no solo no se ha firmado el contrato, sino que han surgido una serie de irregularidades que empañan las conversaciones”, señala Crónicas del Caribe.
De acuerdo con el medio, el consorcio CPR presentó su postulación en la licitación a través de Giusti, para aspirar a un contrato de arrendamiento de 30 años de la refinería y la terminal de Bullen Bay —con capacidad de almacenamiento de 17,7 millones de barriles— pero el Instituto Forense de Países Bajos (NFI) “confirmó las falsificaciones” de algunos recaudos.
Primer ministro en problemas
Esos documentos irregulares incluían una “carta de seguridad” de un banco internacional con sede en Londres que reflejaban 5500 millones de dólares para apoyar el proyecto de la refinería por parte de CRP pero el banco negó la emisión de la misiva.
El diputado y principal líder de la oposición perteneciente al Partido Alternativa Real (PAR), Quincy Girigorie, cuestiona el manejo opaco en la búsqueda del nuevo operador de la refinería Isla. “El Primer Ministro se negó a darle transparencia al Parlamento y a la comunidad sobre el tema, aunque sabía que las negociaciones no iban bien” dijo.
Pisas asegura que hay “tranquilidad en las negociaciones en torno a la refinería alegando que la “la prioridad es reabrirla”. Su declaración que exhorta a la calma esconde el temor del alto funcionario no sólo por la presión opositora sino porque esta compañía CRP está bajo los radares del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por ayudar junto a Curazao a transportar en secreto petróleo venezolano a bordo de del buque cisterna de fabricación iraní, Colón, con bandera de Togo.
En septiembre, la embarcación descargó 600.000 barriles de combustóleo en el terminal de Bullenbaai, operado por la refinería paraestatal de Curazao en sociedad Caribbean Petroleum Refinery.
Registros reveladores
Registros del buque arrojan que ha navegado de forma exclusiva entre puertos venezolanos durante el último año y dos días antes de su llegada a Curazao, el Colón cargó en el puerto de Amuay, donde se encuentra la refinería más grande de Venezuela que maneja Maduro.
El problema es aún mayor para Pisas considerando que documentos internos de PDVSA muestran que el cargamento del Colón se vendió en septiembre a United Petroleo Corp, una firma registrada en Panamá el año pasado que a pesar de su reciente conformación como el segundo cliente más grande de PDVSA este año, con recibos sin pagar de productos petroleros vendidos en remesas de más de 400 millones de dólares.
Además, un caso de arbitraje crucial entre Refineria di Kòrsou (RdK) y PDVSA se revisa a puerta cerrada en Suiza esta semana. Se trata de una demanda de RdK contra la estatal venezolana por aproximadamente 1.000 millones de dólares en reclamo del pago del mantenimiento de la refinería Isla y la culpan por daños al medio ambiente.
El Gobierno Bolivariano saluda la reapertura de las fronteras marítimas y aéreas con la isla de Curazao el próximo 3 de abril de 2023. Decisión que contribuye al desarrollo económico, la interacción social y el fortalecimiento de nuestros lazos históricos https://t.co/rWjuzvWNYW
— Yvan Gil (@yvangil) February 9, 2023