
Por José Renan Espanhol
Por primera vez en el país, desde el 1961, la República Dominicana suspende elecciones.
Luego de pasar por unas traumáticas elecciones primarias de los partidos políticos dominicanos, el pasado domingo 16 de febrero se celebraron las elecciones municipales, organizadas por la Junta Central Electoral, que es, a su vez, presidida por Julio Castaños Guzmán (quien fuera previamente cuestionado y acusado por líderes de la oposición por irregularidades durante las elecciones primarias de cada partido el 6 de octubre del 2019).
En estas elecciones compitieron alrededor de 17 000 candidatos municipales. Más de la mitad de estos candidatos de la oposición declaran ser víctimas de un fraude electoral en el que, según afirman, la manipulación electrónica del sistema de votación los ha puesto en desventaja. ya que algunas sus boletas no aparecían en la pantalla de votación (cosa que no ocurrió con candidatos oficialistas).
Ayer se conocieron las irregularidades y debilidades del sistema, que fueron informadas a los observadores de la OEA y con quienes se acordó resolver antes de abrir el proceso electoral. La Junta Central Electoral mantiene su defensa alegando que consultó a todas las partes interesadas y que su decisión fue tomada con base en convocatoria (algo que ha sido rotundamente negado por algunos sectores, y “tergiversado” según otros). El voto es un ejercicio democrático fundamental que debe ser cuidado y resguardado por el órgano competente (Junta Central Electoral) en todo momento.
En todas las provincias del país, se han iniciado distintas protestas en respuesta al trauma electoral sufrido por toda la sociedad dominicana. Esto ha llevado a las autoridades a tomar medidas de contingencia de tal magnitud que se han registrado enfrentamientos en los que han fallecido tanto miembros del cuerpo policial como los ciudadanos que participan en las mencionadas manifestaciones.
En horas de la mañana, miembros de la sociedad civil se dieron cita frente al órgano en cuestión con pancartas y gritos que piden la renuncia inmediata del pleno de la Junta Central Electoral, incluyendo a los suplentes que han sido cuestionados por su militancia en el partido oficialista. Estas protestas frente a la JCE se mantendrán durante toda la semana y posiblemente se extiendan hasta que se logre la renuncia definitiva de las autoridades, que ya han perdido total credibilidad ante la sociedad dominicana.
La Junta Central Electoral no ha devuelto la tranquilidad al pueblo dominicano, ya que sus declaraciones no han ido más allá de afirmar que la decisión fue consultada y acertada. Los partidos de oposición piden una clara y transparente investigación y consecuencias para los responsables de la intromisión electrónica del sistema de votación. La sociedad civil pareciera estar en la misma sintonía en cuanto a exigir la renuncia de la totalidad de la Junta y sus respectivos suplentes, pero lo cierto es que predomina la incertidumbre y la desinformación, y se evidencia, en contraposición, una clara muestra de una muy débil institucionalidad.
José Renan Espanhol es un joven empresario dominicano con vocación política, administrador de empresas especializado en negocios internacionales y economías emergentes.