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Quien crea que Donald Trump estará borrado del mapa en caso de salir de la Casa Blanca, está realmente equivocado.
De hecho, desde que anunció que su próxima residencia será el elegante —y de su propiedad— resort Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, aliados de Trump, fanáticos de los medios conservadores y grupos activistas que impulsan el MAGA, están estableciendo en esa ciudad el próximo centro Trumpista del poder republicano.
Nuevas mudanzas
Algunos partidarios de Trump ya se han asentado en el sur de Florida, atraídos por el clima fiscal amigable de Florida y el actual liderazgo republicano del estado. Otros grupos destacados del MAGA, como la organización de estudiantes Turning Point USA, están llevando a cabo eventos en el área. De igual forma, la próxima Conferencia de Acción Política Conservadora, la reunión anual de las facciones más conservadoras del Partido Republicano, se llevará a cabo en la vecina Orlando.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump están renovando sus habitaciones privadas en Mar-a-Lago, para prepararse a lo que sería un regreso permanente. Y, con la mirada puesta en su futuro político, Jared Kushner e Ivanka Trump supuestamente compraron una propiedad multimillonaria en una zona exclusiva de Miami.
En conjunto, estos movimientos inevitablemente convertirán el área de Palm Beach y a Florida en general, en el epicentro del movimiento MAGA, lo que le dará a Trump un acceso conveniente a posibles donantes y algunos de sus aliados más devotos, mientras planea un posible regreso político para 2024.
A diferencia de presidentes anteriores, como Barack Obama y George W. Bush, que entraron silenciosamente en su pospresidencia y pasaron tiempo trabajando en cualquier cosa —desde escribir libros hasta comprar obras de arte— se espera que Trump inicie su próximo capítulo manteniendo un control sobre su base política con la ayuda de su familia, antagonizando con la administración Biden en Twitter y realizando eventos MAGA.
Los partidarios —seguramente— continuarán acudiendo en masa a Palm Beach, incluso cuando esto ha levantado protestas y críticas por parte de muchos residentes, que consideran que la paz de la comunidad está a punto de llegar a su fin.
La mudanza anticipada del presidente a Palm Beach es parte de un movimiento más amplio de destacados republicanos que apoyan a Trump para dirigirse al sur, a Florida. Según Bloomberg, el inventario de bienes raíces en Palm Beach ha bajado un 75 % debido a la alta demanda, y los clubes exclusivos de la isla, como Trump’s Mar-a-Lago, tienen largas listas de espera.
Vecinos de confianza
Algunos aliados de Trump y conservadores prominentes se mudaron recientemente al sur de Florida, incluido el comentarista conservador Ben Shapiro, quien se mudó de Los Ángeles, y la estrella de Fox News Tucker Carlson, quien es un residente legal de Florida.
El presentador de radio Rush Limbaugh tiene una casa en Palm Beach, y el medio de noticias Newsmax, que apoya a Trump, dirigido por Chris Ruddy, un viejo amigo de Trump, tiene su sede en West Palm Beach.
