Históricamente la iglesia católica y en general el cristianismo han sido atacados por los socialistas cuando llegan al poder. En Nicaragua ocurre esto una vez más. La Iglesia ha sido fundamental en el proceso de rebelión que vive el país centroamericano, no solo como mediadores en el diálogo entre oposición y tiranía, sino también como defensores y protectores de la oposición.
En el podcast de hoy le contamos sobre sobre la admirable labor que una vez más ha hecho la religión por contener al socialismo y cómo está siendo brutalmente atacada por la tiranía de Ortega. Nuestro invitado de hoy es Irving Cordero, empresario y opositor nicaragüense.
El pasado lunes 9 de julio, en la ciudad de Diriamba, los seguidores de la tiranía de Ortega y sus paramilitares irrumpieron violentamente en la basílica de San Sebastián, donde obispos habían llegado a liberar a un grupo de manifestantes que se atrincheraron el domingo ante el asedio de las fuerzas oficialistas.
El cardenal Leopoldo Brenes y varios obispos llegaron en caravana desde Managua para ayudar a liberar a las personas retenidas en la basílica, entre ellos médicos voluntarios que habían quedado atrapados desde el día anterior en esta iglesia.
“No tenemos ningún arma, el arma aquí es la oración; ellos estan atacando desde afuera”, dijo un miembro de cuerpo médico que estaba dentro de la basílica, esperando la llegada de la caravana de obispos para ser liberado.
Nuestro invitado nos cuenta hoy sobre la valiente actuación de los obispos nicaraguenses que llegaron en caravana para liberar a los secuestrados, enfrentándose incluso a los paramilitares armados y encapuchados de Ortega.
En la entrevista de hoy también hablamos de la increíble resistencia de la sociedad nicaragüense, que a pesar de la brutal represión que soportan siguen dispuestos a enfrentar a la tiranía. Tienen actividades programadas para este jueves, viernes y sábado, incluyendo un paro nacional.
Hoy hablamos de la valentía de la iglesia para enfrentar la tiranía y de cómo la constante protesta de los nicaragüenses tiene a Ortega colgando de un hilo.
