El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, busca destapar un entramado de corrupción que se habría dado en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff relacionados con préstamos a Cuba y Venezuela.
El mandatario brasileño solicitó al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) que “abra la caja negra” y aclare algunos préstamos destinados a los gobiernos de Chávez y Castro.
Según explicó en una rueda de prensa el portavoz de la Presidencia, Otávio do Rego Barros, Bolsonaro espera que el nuevo jefe del principal banco de fomento del país, Gustavo Montezano, identifique dónde fueron invertidos los recursos destinados a obras de infraestructura, tanto en Cuba como en Venezuela.
La noche de este lunes el Ministerio de Economía anunció a Montezano como el nuevo presidente de BNDES, el principal banco de fomento de Brasil, después de que el entonces jefe de la entidad Joaquim Levy, fuera blanco de duras críticas por parte del mandatario y presentara su dimisión este domingo.
En la rueda de prensa, Rego Barros explicó las razones detrás de la decisión de Bolsonaro y subrayó que personas que hayan ocupado cargos durante los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores (PT), no deben integrar el actual Gobierno.
Hay que recordar que el 26 de mayo de 2009 Lula y Chávez se reunieron en Brasil para que el BNDES financiara nuevas líneas en el Metro de Caracas. El brasileño aceptó, y prestó 747 millones de dólares para las obras que realizaría Odebrecht y en las cuales se encontraron irregularidades.
Según reportes de la prensa brasilera, Venezuela, Cuba y Mozambique deben al BNDES más de 2 000 millones de reales (unos 510 millones de dólares, al cambio actual). El 80 % de esa suma sería de Venezuela, contraída durante el Gobierno de Hugo Chávez.
El metro tres veces más caro
La línea 5 del Metro de Caracas se volvió una de las obras más caras y lentas de la región, gracias a los vínculos entre Lula da Silva con Chávez, quienes impulsaron la participación del BNDES para financiar el proyecto.
El contrato con Odebrecht se firmó en 2006 y no necesitó licitación alguna. Los trabajos se iniciaron en 2007 con la promesa de que en setiembre de 2012 Caracas tendría la nueva línea del Metro, pero sus obras aún están inconclusas.
De 2007 a 2015 el progreso global del proyecto fue de menos de la mitad: 47 %, según la Memoria y Cuenta presentada por Haiman El Troudi, expresidente del Metro de Caracas y ministro de Transporte Terreste y Obras Públicas para ese año.
De acuerdo con el portal Concova, en doce años que Odebrecht lleva ejecutando la obra, el costo se ha triplicado. Cada kilómetro construido pasó de costar 86 millones de dólares a 273 millones de dólares, lo que la sitúa como una de las obras más caras de América Latina.
La entrega de dinero del BNDES para la línea 2 del Metro de Los Teques también está bajo investigación del Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil el cual sospecha que el BNDES entregó más dinero del requerido para la obra.
Chávez pidió a Lula financiar puerto cubano
La revista Veja reportó en 2017 que Hugo Chávez le pidió a la constructora brasileña Odebrecht que se encargara de las obras del Puerto de Mariel en Cuba, para ayudar así a su aliado Fidel Castro.
Emilio Odebrecht declaró ante la justicia brasileña que le pidió a Chávez hablar con el expresidente Lula da Silva para que financiara la obra en Cuba.
Odebrecht le hizo saber a Chávez que su empresa trabajaba en Estados Unidos y que por las restricciones del embargo a La Habana “no era fácil concretar un esquema financiero”.
Según Odebrecht, “en condiciones normales” nunca se habría planteado realizar un proyecto en Cuba, ni BNDES financiaría un trabajo para el Gobierno cubano, pero al ser una idea de Lula y Chávez, el propio expresidente brasileño había “maniobrado para interferir en las decisiones del banco y liberar los fondos” para realizar el proyecto en el puerto.