El Partido Comunista Chino (PCCh) deberá despedirse de negocios que tenía en suelo estadounidense a través de Duke Energy Corporation, una empresa de energía eléctrica y gas natural, cuya instalación de almacenamiento de baterías estaba a su vez conectada a un conjunto de paneles solares ubicados en la base del Cuerpo de Marines de Camp Lejeune, en Carolina del Norte.
Fueron congresistas republicanos los que exigieron revisar la intromisión de Contemporary Amperex Technology Limited (CATL) —señalada por tener vínculos con el comunismo chino— y cuyas baterías son las que servían a los paneles solares. No solo tildaron de “preocupante” la situación, sino que también aseveraron que se trata de un hecho “imperdonable” al estar ubicada dentro de instalaciones militares. “El patrón de espionaje del PCCh deja poco lugar a dudas de que los productos CATL representan una amenaza para la seguridad nacional en cualquier base donde estén instalados”, agregaron. Como resultado, Duke Energy Corporation decidió desconectar las baterías.
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Que una empresa de esa magnitud tome esta decisión representa una victoria para los senadores y una señal de que los pasos que pretende dar el comunismo chino en Estados Unidos pueden ser frenados en medio de un contexto internacional cada vez más tenso, donde el régimen de Xi Jinping no descarta invadir a Taiwán mientras activa una serie de mecanismos para interferir directamente en la política de EE. UU.
Brazo tecnológico chino en EEUU
La victoria se le atribuye el senador republicano Marco Rubio, al representante Mike Gallagher y a todo un grupo de congresistas que alertaron sobre cómo CATL, el mayor fabricante mundial de baterías de iones de litio y actor importante en el mercado mundial de vehículos eléctricos, “está estrechamente vinculado a los niveles más altos del PCCh, incluido el secretario general Xi Jinping, quien elogió el crecimiento de CATL este marzo de 2023”.
Pero la carta que estos remitieron al secretario de Defensa, Lloyd Austin, también demuestra cómo el discurso de una supuesta agenda verde defendida por el Partido Demócrata termina siendo útil a China, que durante años se ha especializado en la extracción de minerales indispensables para fabricar vehículos eléctricos, teléfonos o paneles solares que sirven como bandera política e ideológica a la Administración Biden.
Aunque el mandatario firmó algunas medidas para aumentar la producción nacional, todavía está lejos de desprenderse de la dependencia asiática. El resultado es que tiene al gobierno chino inmiscuyéndose dentro del país. Al menos esta vez los planes para tener presencia cerca de una base de marines, resultó infructuoso. “Una empresa financiada y apoyada por el PCCh no debería tener ningún papel o presencia en una instalación militar estadounidense, especialmente una que entrene a marines para un posible conflicto con China”, remarcaron los congresistas en la contundente carta.
Amenazas a la red eléctrica
Duke Energy desconectó estas baterías “mientras trabaja para abordar estas cuestiones”, dijo la portavoz Kaitlin Kirshner a Fox News Digital en un comunicado. La solución podría estar entonces en utilizar baterías fabricadas en Estados Unidos.
Ahora bien, ¿qué tipo de riesgos habría en batería chinas ubicadas en una instalación de paneles solares? Más allá de las baterías en sí, es lo que podría hacer el PCCh usándolas como excusa. Tal como mencionan los congresistas “CATL podría introducir malware en estaciones de almacenamiento de energía a gran escala, amenazando la red energética de Estados Unidos”. A la frase le siguió una cascada de preguntas que deberá responder el Departamento de Defensa.
Por lo pronto no se puede negar el poder que tiene CATL, una empresa que en el año 2021 produjo más multimillonarios que compañías tecnológicas como Facebook, Apple y Google, según Forbes. A inicios de este año, su presidente Zeng Yuqun, se reunía con Xi Jinping de acuerdo con una reseña de China Daily. El camino tampoco está totalmente despejado en EE. UU., ya que Ford Motor Company hizo negocios para que CATL le proporcione la tecnología de baterías para vehículos eléctricos. Esos planes aún siguen en marcha.