
La escalada de la guerra en Medio Oriente, entre Israel y Hamás, continúa levantado asperezas en el seno de la política estadounidense. Aparte de la tragedia que implican los bombardeos y ataques que desencadenó la violencia de los terroristas islámicos, hay asuntos para resolver en Washington que están profundamente relacionados con el conflicto.
El punto de la discordia es el armamento que el gobierno de Joe Biden provee al ejército israelí. Y es que Estados Unidos es el primer exportador mundial de armas, por ende podía esperarse que el país participara en dicho suministro. El problema, es que rifles, pistolas, municiones y otro tipo de recurso bélico estaría terminando en manos de Hamás, de la Yihad Islámica y hasta de Vladímir Putin por la invasión que este ordenó contra Ucrania.
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Esa es la sospecha que tienen ahora congresistas republicanos, e inclusive la inteligencia ucraniana, luego de tener acceso a información clasificada. Por eso piden al Pentágono “garantías de que Estados Unidos mantiene una vigilancia lo suficientemente estrecha sobre su armamento”, según una exclusiva de Washington Examiner. En una carta enviada a Lloyd Austin, secretario de Defensa de EE. UU, los representantes James Comer y Marjorie Taylor Greene (R-GA) le solicitan rendir cuentas ante el Congreso.
Armas para terroristas
El propio Biden reconoció en un reciente discurso que las intenciones de Hamás y de Putin son las de “acabar con una democracia vecina”. No dijo a cuál se refería, pero de cualquier manera el grupo terrorista y el presidente ruso llevan adelante, cada uno por su lado, ofensivas que amenazan modelos apartados del totalitarismo y el terrorismo. Los recientes ataques y amenazas contra embajadas occidentales y países aliados, son una prueba de ello.
Entonces, que estos tengan en sus manos armas estadounidenses, genera preocupaciones adicionales. La carta en cuestión de ambos congresistas afirma que “el Comité (de Supervisión de la Cámara baja) ha visto informes de que armas fabricadas en Estados Unidos están siendo redistribuidas y revendidas en mercados secundarios a organizaciones terroristas, incluido Hamás”.
¿Qué garantías presentará Lloyd Austin en caso de asistir al Congreso? No se sabrá hasta que llegue el día. Aunque es claro que las alertas de los congresistas no son las únicas. De hecho, son solo algunas. Por ejemplo, para el 09 de octubre la inteligencia militar de Ucrania (HUR) reportaba que Rusia “ha transferido armas de fabricación occidental capturadas en Ucrania a los extremistas de Hamás que luchan contra Israel”. Ese mismo día las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que las armas estadounidenses dejadas en Afganistán “fueron encontradas en manos de grupos palestinos en la Franja de Gaza”.
La tarea pendiente de Biden
Puede que la Administración Biden haya decidido no entregar los 6000 millones a Irán que pretendía descongelar en el marco de un intercambio de prisioneros. Sin embargo, queda pendiente el monitoreo de los nuevos fondos que anunció para reforzar la defensa de Israel y de Ucrania.
Se sabe que tanto Hamás, como la Yihad Islámica e Irán (el financista de esos grupos terroristas), están cerrando filas. El ministro de Exteriores del régimen islámico, Hosein Amirabdolahian, dijo que conversó con Ismail Haniye, el líder del brazo político de Hamás y con Ziad al Najala, secretario general de Yihad Islámica, para dar su apoyo a las milicias palestinas.
El argumento de esa alianza es de oponerse a la ofensiva israelí escudándose en los “crímenes brutales” en la Franja de Gaza. Pero ignoran no solo los crímenes cometidos por Hamás a inicios de octubre, sino también que los terroristas usan a la población civil palestina como escudo de guerra. El bombardeo sobre el hospital Al Ahli sirve como ejemplo.
Los grupos extremistas culpan a Israel del siniestro, pero según varias pruebas, el ataque habría sido ejecutado dentro del propio territorio de Gaza. En las últimas horas el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, informó que tras una investigación de la inteligencia británica, se determinó que la explosión que mató a cerca de medio millar de personas en el hospital fue provocada por un misil disparado desde la Franja. Eso coincide con las imágenes que la semana pasada difundió el Canal 12 israelí.