¿Hay problemas en el paraíso de la relación entre Venezuela y Cuba? Puede que sí. El motivo es que el dictador de la isla, Miguel Díaz-Canel, aseguró este 14 de abril que la crisis de gasolina no es responsabilidad del régimen que dirige, sino que se debe al “incumplimiento” de proveedores internacionales de petróleo. El mandatario tuvo que salir al paso con una rueda de prensa debido a que desde hace varios días el transporte se ha visto paralizado por la falta de suministro. Por ende, los cubanos esperan por horas alrededor de las estaciones de servicio esperando que estas despachen.
- Lea también: Maduro envía petróleo a Cuba en buque sancionado por EEUU
- Lea también: Díaz-Canel busca auxilio en Rusia y China para mantener a flote la dictadura
Las filas producto de la escasez quedaron apodadas como “colas fantasmas” porque las personas se quedan allí, incluso por la noche, sin ningún tipo de seguridad policial. Es otra de muchas dificultades que padecen los habitantes de la isla. Tal como retrata El País, algunos de ellos indican que la dictadura terminará “por resolver un barco de petróleo en algún lado”.
Están en lo correcto. El castrismo recurre constantemente a buques de países aliados cargados del preciado suministro. Pero lo que llama la atención esta vez, es que luego de más de 20 años de envíos de petróleo a tasas preferenciales y de una estrecha relación política e ideológica, La Habana decida morder la mano del régimen en Caracas. Díaz-Canel no la mencionó expresamente, pero al hablar de proveedores externos, es inevitable que Venezuela no entre en esa lista.
Díaz-Canel no sabe cómo terminar la crisis
El mandatario dijo que la situación actual “ha ocasionado, que de un consumo entre 500 y 600 toneladas diarias de gasolina que el país requiere diariamente, en estos momentos hay cobertura de menos de 400 toneladas diarias para todas las actividades del país”. No hay que olvidar que el sistema eléctrico nacional también funciona usando crudo. Por eso en febrero llegó a la isla una nueva nueva central flotante desde Turquía para tapar la crisis eléctrica.
A inicios de abril ya se reportaba la poca presencia de transporte público, taxis y del servicio de recolección de basura. En el interior del país la crisis de gasolina se agudizó desde marzo. Mientras tanto Díaz- Canel dice que “no está claro” cómo van a salir de la situación. El portal 14 y Medio justamente citó el enorme envío de petróleo que Venezuela estaba preparando para la isla con un buque sancionado que zaparía a finales del mes pasado, pero en las calles “no hay rastro de esa carga”. Como un paño de agua fría, el Gobierno provincial de La Habana anunció que “ajustará las cifras de combustible asignadas a actividades vitales”.
Que la dictadura cubana suelte entonces esas declaraciones contra proveedores extranjeros, no es casualidad. “No es (por) insuficiencia, ni problemáticas de las instituciones, sino por incumplimiento de los países que nos suministran”, dijo Díaz-Canel tras semanas de crisis. Aunque la escasez de combustible y los apagones en Cuba son una constante debido a la paupérrima gestión del régimen, la situación ha ido empeorando y ahora los culpables son sus socios extranjeros.
Interrumpido suministro venezolano
En el año 2000 el dictador Hugo Chávez prometió a su homólogo Fidel Castro el suministro de crudo a bajos precios. Venezuela estaba en plena bonanza petrolera y las promesas abundaban sin tener una proyección a largo plazo. La prosperidad terminó tras la caída de los precios internacionales del petróleo, la estatal PDVSA se vino a pique por la poca inversión en su infraestructura y los profesionales se fueron del país por la grave crisis económica.
En el año 2021 se hablaba de que Caracas aumentó el envío de petróleo a La Habana con ayuda de Irán. Pero el declive nuevamente llegó en 2022. Según un reporte de Reuters, los suministros cayeron alrededor de un 6% a 53.600 barriles por día (bpd). Ahora, en 2023, parece que las cosas tampoco van bien. Ni siquiera el petróleo ruso ha sido suficiente para salvar a la dictadura cubana de la crisis. El portal 14 y Medio también retrata que “entre julio y septiembre de 2022, en mitad de una enorme crisis de apagones que provocaron protestas por toda la Isla, llegaron a los puertos cubanos cerca de 1,7 millones de barriles desde Moscú”.
Como consecuencia, el castrismo se lava las manos en esta nueva coyuntura. Al no poder garantizar el suministro para industrias y la población en general, prefiere poner la crisis de gasolina sobre los hombros de sus pares. Habrá qué esperar qué responden desde Miraflores y desde el Kremlin.