Si hay que describir en una palabra cómo se encuentran actualmente las relaciones internacionales, la palabra ideal sería “tensas”. Desde Occidente hasta Oriente, los líderes mundiales hacen malabares para evitar un cruce de líneas rojas al tiempo que reformulan estrategias de defensa contra naciones con intereses expansionistas. Esto fue lo que llevó a Japón y Estados Unidos a ordenar recientemente el envío de varios aviones de combate sobre el Mar de Japón. Justo cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizaba su gira por Asia.
No lo hicieron solamente en respuesta a Rusia y China, que enviaron bombarderos chinos H-6 y rusos TU-95 durante unas 13 horas cerca de la nación insular, lugar donde se celebraba la Diálogo de Seguridad Cuadrilátero (Quad). También fue necesario porque la dictadura de Corea del Norte decidió disparar tres misiles al mar, cerca de la isla, incluido un misil balístico intercontinental.
Y es que la guerra rusa en Ucrania terminó de quitar el velo a las tensiones geopolíticas actuales. Japón no es ciego a lo que ocurre en el país gobernado por Volodímir Zelenski, por eso ha estado tejiendo alianzas. El gobierno de Tokio sabe que esto puede repetirse.
US and Japan forces conduct a joint fighter jet flight over the Sea of Japan(East Sea) in what's seen as a response to the China-Russia joint bomber flight while @POTUS was in Tokyo https://t.co/JnsbZxPxu7 via @W7VOA #Russia pic.twitter.com/3afc3oVk7Q
— Live Eurasia Map (@eurasiamap) May 26, 2022
Ocho aviones de combate contra China
En la nación insular se llevó a cabo por estos días la reunión del Quad, una alianza estratégica entre Australia, India, EE.UU. y Japón. A ojos del régimen comunista chino, se trata de una OTAN asiática. Por ende, hay cierta similitud con la situación rusa impulsada por Vladímir Putin. Recordemos que el mandatario ruso usó las intenciones de Ucrania para adherirse a la OTAN como una de sus tantas excusas para invadir.
Por eso, antes de que las cosas empeoren más en ese hemisferio, Japón y Estados Unidos enviaron cuatro aviones de combate F-15 de parte de Tokio y cuatro aviones F-16 de parte de Washington como demostración de fuerza y para dejar claras las “capacidades combinadas para disuadir y contrarrestar las amenazas regionales”. No hubo mención directa a sus vecinos. Tampoco en el comunicado del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza de Autodefensa de Japón, pero no fue necesario.
Además, la imagen de Biden viene comprometida por recientes declaraciones confusas sobre Taiwán, cercano a Japón. Dijo que no dudaría en responder militarmente si China decide invadir, pero luego la Casa Blanca tuvo que salir a minimizarlas. Diplomáticamente EE. UU. está apegada a la política de una sola China, sin embargo aplica la «ambivalencia estratégica» con Taiwán enviándole apoyo militar y bélico. No obstante, con las últimas palabras de Biden, esa posición quedó en entredicho. Los ejercicios militares con Japón podrían ser entonces una forma de mejorar ese desliz.
Japón se aleja del pacifismo
Hay algo que tiene claro el gobierno de Tokio, lejos de depender de sus aliados, está moviéndose por su cuenta en caso de que no quede otra opción más que defenderse ante la expansión de China en el Indo-Pacífico. Desde las filas conservadoras presentaron una propuesta para aumentar su gasto militar del 1 % al 2 %. Por su parte el primer ministro, Fumio Kishida, realizó una gira por el sudeste de Asia. En resumen, el país busca mostrarse como “un socio confiable en el escenario mundial”, tal como apuntaron expertos a CNN.
De la reunión con Biden salió un comunicado confirmando “la implementación constante del realineamiento de las fuerzas estadounidenses en Japón”. Lo cual hace pensar, entre otras razones, que la nación insular se está alejando de aquel pacifismo arraigado en la Constitución de1947, luego de la catástrofe nuclear de la Segunda Guerra Mundial.
Si Ucrania ha perdido terreno, Japón y países cercanos pueden perder influencia en el mar sumado a millones de dólares. Proteger la integridad del Indo-Pacífico es vital porque por ahí —especialmente en el Mar de China Meridional— circula un tercio del transporte marítimo mundial, según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Si China se apodera totalmente de esas aguas, el efecto dominó económico sería enorme.
Que fuerzas japonesas y estadounidenses enviaran aviones luego del ejercicio militar de Rusia y de China, es otra jugada más del tablero geopolítico.