La convocatoria del gobierno de Volodímir Zelenski surtió efecto. Veteranos, personas capacitadas en cuidados médicos y hasta jóvenes civiles están acudiendo al llamado del presidente de Ucrania para combatir a las tropas invasoras rusas. El número sería de 16000 voluntarios que iban en camino a incorporarse en la Legión Internacional por la Defensa de Ucrania, según una alocución de Zelenski, emitida el pasado 3 de marzo.
Cuatro días después, el general de brigada Kyrylo Budanov, comandante de la Dirección Principal de Inteligencia, informo que más de 20000 voluntarios y veteranos de 52 países habían expresado su deseo de unirse a las tropas del Ejército ucraniano.
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El pedido de ayuda militar llegó hasta Colombia, donde hace unos días trascendió la disposición de 50 exintegrantes del Ejército del país sudamericano para combatir contra Rusia. En Estados Unidos el balance sería de 3000 solicitudes, según un funcionario de Defensa de la embajada de Ucrania en Washington, DC, consultado por el portal Military Times.
No hay cifras oficiales de voluntariado de parte de los gobiernos, pero los testimonios de personas dispuestas a ayudar abundan. Para muchos que pelearon en Irak y Afganistán, la guerra de Ucrania ofrece “la oportunidad de usar habilidades de combate que sentían que sus propios gobiernos ya no apreciaban”. Además, unirse a la Legión Internacional por la Defensa de Ucrania es la oportunidad para luchar por la libertad frente a un modelo autocrático y expansionista como el ruso.
Los testimonios
Héctor es uno de ellos, estuvo en Irak como infante de marina de EE. UU. Aún con pensión y un trabajo civil, decidió tomar un vuelo hacia Ucrania, donde el Ejército ruso avanza lentamente, pero luego de más de 10 días no logra apoderarse de Kiev.
“Las sanciones pueden ayudar, pero no demasiado en este momento, y la gente necesita ayuda”, dijo a The New York Times. Antes de subir al avión, registró varias bolsas llenas de visores de rifle, cascos y chalecos antibalas donados por otros veteranos.
“Muchos veteranos tenemos una vocación para servir y entrenamos toda nuestra carrera para este tipo de guerra”, dijo. “¿Sentarse y no hacer nada? Tuve que hacer eso cuando Afganistán se desmoronó, y me pesaba mucho. Tuve que actuar”.
David Ribardo, exoficial del ejército, no viajó, pero hizo de intermediario entre equipos y boletos de avión, así como veteranos y personas capacitadas para otras áreas. Consultado por Reuters, Michael Ferkol, de 29 años, contó que se presentó en una oficina de reclutamiento militar en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, con la esperanza de ser contratado como paramédico de primera línea.
Son siete requisitos que deben cumplir los interesados en sumarse a los ucranianos para combatir al Ejército ruso. El más importante es tener experiencia militar. “Si está decidido a ir, sea profesional, responsable y realista en sus expectativas”, escribe un ex SEAL en el portal Sandboxx.
Rusia amenaza con trato a extranjeros como “mercenarios”
Putin y su gabinete no tienen intenciones de frenar los bombardeos. Tan solo los detuvieron unas horas para abrir corredores humanitarios en las ciudades ucranianas, incluida la capital, Kiev. Pero fuera de ello el camino a su objetivo continúa.
Y es que “Putin necesita algo para declarar victoria”, de acuerdo con declaraciones para la BBC hechas por Andrei Kortunovun, director general del estatal Consejo Ruso de Asuntos Internacionales (RIAC), adscrito a la Cancillería rusa. Aceptar una derrota tendría un costo muy alto para el mandatario.
Por eso hay alertas sobre el trato que Rusia podría dar a los voluntarios extranjeros. Para el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, los combatientes extranjeros no serían considerados soldados, sino mercenarios, por lo que no estarían protegidos por las normas humanitarias sobre el trato a prisioneros de guerra. “En el mejor de los casos, pueden esperar ser procesados como criminales”.