“China se encuentra en medio de su período más oscuro para los derechos humanos desde la masacre de la Plaza de Tiananmen”, aseguró Human Rights Watch (HRW) en su informe anual presentado en 2021. En aquella tragedia del año 1989 cientos de personas fueron asesinadas a manos de autoridades chinas por pronunciarse contra la represión y los abusos. Fue un episodio dantesco. Un año después del informe de HRW, las cosas no han cambiado.
Pero el régimen chino tiene este 2022 una excusa para lavar su imagen ante numerosos crímenes y violación de derechos humanos. Los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín comenzarán el próximo 4 de febrero, incluirán 13 sedes y contarán con la participación de unos 3000 atletas de todo el mundo para competir en 15 disciplinas con 109 pruebas.
Algunos países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia anunciaron un boicot diplomático, es decir, la ausencia de funcionarios de los respectivos gobiernos. Pero a parte de eso, el show continúa. Por eso el exhorto de Amnistía Internacional es el de “aprovechar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno para exigir mejoras en los derechos humanos”.
#Olympics Reino Unido, Canadá y Australia se unen al boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 por la violación de derechos humanos del gobierno de China pic.twitter.com/aibxBhD0Kv
— Gabriela Frías (@gfrias) December 8, 2021
“El acontecimiento deportivo tendrá como telón de fondo las innumerables violaciones de derechos humanos que se cometen en el país”, aseguró la organización en un reciente comunicado.
Si quienes leen información a diario sobre las medidas coercitivas y expansionistas del régimen chino hacia otros países se preocupan, entonces la angustia será mayor cuando se apela al recuento de los abusos dentro del país contra sus ciudadanos.
La oscura lista de abusos
Las persecuciones contra las minorías étnicas en Xinjiang, el Tíbet y Mongolia Interior continúan. Los disidentes y opositores al Partido Comunista de China (PCCh) siguen siendo sometidos a escalofriantes torturas, los cristianos son perseguidos por su fe, las personas pierden sus libertades por la supuesta lucha del régimen contra el coronavirus y personajes públicos como la premiada tenista Peng Shuai pierden su voz. El régimen los desaparece de redes sociales y cuando se les vuelve a ver —si es que pasa— dicen que “están bien” y sonríen.
La lista de violaciones de derechos humanos sigue y es cada vez más extrema. Un total de 1114 personas repatriadas a la fuerza por China se registró en los primeros 11 meses de 2021, según la organización Safeguard Defenders. Para hacerlo, el PCCh usa un programa estatal llamado Skynet lanzando en 2015, una versión “mejorada” de otro sistema, el Fox Hunt, dirigido a “funcionarios corruptos y presuntos delincuentes económicos que han huido del país”.
Resulta sospechoso que los “retornos voluntarios” (IR) representaron en 2018 el 64 % de los regresos “exitosos” reclamados. En cambio, la extradición, el canal judicial apropiado representó solo el 1 %, indicó la organización. Amenazar a la familia de la víctima que aún vive en China, enviar agentes de seguridad al país extranjero para “intimidar” y secuestros a las víctimas son los tres tipos de IR.
Ahora, para los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, el régimen exige a los periodistas descargar una aplicación móvil sobre la que pesan sospechas de espionaje.
Un ejercicio de propaganda
Incluso los jóvenes son explotados para cumplir los objetivos económicos del régimen, afincado en principios comunistas, pero con un irremediable tinte de soberbia económica para alcanzar la supremacía frente a otros países. El brutal método 996 obliga a los trabajadores chinos a cumplir horario de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche, seis días a la semana. Una empleada de 22 años de la empresa de comercio electrónico Pinduoduo murió repentinamente en diciembre de 2020 cuando iba de regreso a su casa.
El Comité Olímpico Internacional (COI) no debería hacer caso omiso a todo el escenario de violación de derechos humanos. “No debemos permitir que los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín sean una mera oportunidad de lavado de imagen para las autoridades chinas a través del deporte, y la comunidad internacional no debe convertirse en cómplice de un ejercicio de propaganda”, es el exhorto de Amnistía Internacional.
Libertad de expresión para los atletas y periodistas es el pedido que más se repite en el comunicado de la organización. En general, los países que harán el boicot piden el cese de todos los abusos. Aunque quizás sea mucho pedir para Xi Jinping.