
La hegemonía ideológica planificada milimétricamente por el Partido Comunista de China (PCCh) puede que no esté calando en las generaciones más jóvenes. Un punto de fuga está tomando protagonismo debido al famoso método de trabajo 996 que impone jornadas laborales extremas causando incluso la muerte. La sobre exigencia para alcanzar las metas del régimen está virando el pensamiento de los jóvenes al maoísmo, el cual rechaza el “capitalismo burocrático” y la “explotación a los trabajadores”.
Más allá de los horarios y de la saturación de los jóvenes, está el hecho del cambio ideológico que estos están contemplando fuera del pensamiento de Xi Jinping, incluido en la Constitución desde 2017. Quizás lo más irónico es que el propio PCCh ordena impartir cursos sobre “el pensamiento de Mao Zedong”. Algo que claramente le está jugando en contra.
El método 996 lo usan numerosas empresas tecnológicas chinas, apuntando a un mayor beneficio propio y a figurar como competidoras de Estados Unidos. Obliga a los trabajadores chinos a cumplir horario de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche, seis días a la semana. Una empleada de 22 años de la empresa de comercio electrónico Pinduoduo murió repentinamente en diciembre de 2020 cuando iba de regreso a su casa.
Días después otro trabajador de la misma compañía se suicidó. Huawei, Alibaba y ByteDance (dueña de TikTok) también han adoptado el sistema. Como antagonismo surgió el movimiento “tang ting” (en español sería algo como “acostado”). Este refleja el hartazgo de los jóvenes por un sistema socialista que pretende ser capitalista, pero no refleja beneficios reales. La mayoría de ellos sigue viviendo con sus padres sin posibilidad de independizarse.
La consecuencia para el PCCh es que Mao Zedong se convirtió en “un héroe que tiene un mensaje para su desaliento como personas que son ignoradas y que se esfuerzan todos los días”, citaba una nota de The New York Times. Pero esto no necesariamente es bueno, la ideología maoísta es en pocas palabras “el socialismo con características chinas”.
¿El regreso del maoísmo?
La intensificación del adoctrinamiento bajo el mandato de Xi Jinping ha hecho que los jóvenes sean más nacionalistas y estén más inmersos en la ideología comunista, agrega la misma nota del medio estadounidense. Es una forma de escapar de las imposiciones actuales del régimen. En julio pasado, a propósito del centenario del PCCh, fueron emitidas nuevas «órdenes» que buscan ahondar en el «pensamiento de Xi Jinping».
Pero hay que poner el ojo en esta doctrina alternativa de los jóvenes, una que ya se había apoderado de China desde 1949 hasta entrada la década de los años 70. El maoísmo provocó la muerte de al menos 45 millones de ciudadanos chinos por guerras, ejecuciones y hambruna que cubrió al país, disminuyendo la esperanza de vida de 50 años en 1958, a 30 años en 1960. Historiadores lo catalogan como el episodio más grande de asesinatos en masa jamás registrado. Pasando incluso por encima de episodios como la Alemania de Hitler o la Unión Soviética con Joseph Stalin.
El siguiente texto fue escrito por Frank Dikötter, historiador holandés y especialista en China moderna:
“En busca de un paraíso utópico, todo se colectivizó. A la gente le quitaron el trabajo, los hogares, la tierra, las pertenencias y los medios de subsistencia. En los comedores colectivos, la comida, distribuida a cucharadas según el mérito, se convirtió en un arma para obligar a la gente a seguir todos los dictados del partido”.
Xi Jinping debería prestar atención
Genera entonces ruido el hecho de que los “milenials” y la “generación Z” tengan interés en esta forma de pensamiento. La desigualdad social, la poca capacidad de desarrollo económico individual y el sometimiento de las empresas controladas por el comunismo chino está generando estos resultados.
Algunos medios chinos estatales están prestando atención a lo que viene ocurriendo. Por ejemplo, la agencia Xinhua tildó como “vergonzoso” el movimiento “tang ting”, mientras que el diario Guangming Daily llamó a la reflexión. “Si China quiere cultivar la diligencia en los más jóvenes, debería intentar primero mejorar su calidad de vida”, fue el exhorto del medio, replicado por Infobae.
Tanto el movimiento “tang ting” como el pensamiento de Mao Zedong parecen inherentes el uno del otro, ya que tienen como enemigo común el adoctrinamiento de Xi Jinping. “Algunos elementos de la filosofía de Mao, como la desconfianza ante las ideas extranjeras y el pronunciamiento a favor del poder centralizado, contribuyen a legitimar la agenda de Xi”, reseñó otra nota de NYT publicada en 2018.
Los estudiantes deben cursar cinco materias ideológicas para graduarse, incluyendo marxismo, historia moderna de China y moral. Pero todo es un círculo. Lo que el régimen chino obliga a estudiar es justo lo que se está se volviendo en su contra. La duda es qué hará Xi Jinping y el PCCh frente a este escenario hostil para sus planes expansionistas.