Es oficial. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ya no forman parte de la lista de grupos terroristas que elabora el Departamento de Estados de EE. UU. El comunicado cita que tras el Acuerdo de Paz de 2016, el grupo narcoguerrillero “ya no existe como una organización unificada que se dedica al terrorismo o actividades terroristas”. Sin embargo, las críticas llovieron cuando la decisión de Joe Biden se filtró desde Washington porque la organización está lejos de desligarse de la violencia.
En el intento por hacer borrón y cuenta nueva, a inicios de este año, el grupo —enfundado en la figura de un partido político— anunció un nuevo nombre, “Somos Comunes”. Pero Colombia y Venezuela siguen padeciendo directamente las actividades ilícitas como el narcotráfico y asesinatos cometidos por las supuestas “disidencias”, que según expertos, no son más que las mismas FARC divididas en facciones.
¿Qué sigue ahora? Según el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, la decisión “no cambia la postura con respecto a cualquier cargo o posible cargo contra exlíderes de las FARC, incluido el narcotráfico, ni quita la mancha de la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia, que encontraron sus acciones como crímenes de lesa humanidad”.
Para entender un poco más las implicaciones de la decisión, y si realmente las FARC dejaron atrás su pasado delictivo, PanAm Post entrevistó al almirante David René Moreno, exjefe de Estado Mayor Conjunto de Colombia desde 2006 hasta 2010. El experto aseveró que “las FARC no van a desaparecer”.
¿Una decisión lógica?
Cuando la decisión de Biden se filtró, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano Aponte, declaró que se trataba de un paso lógico debido al carácter político que tomaron las FARC. La salvedad que hizo fue que aún existen “disidencias que siguen actuando como grupo terrorista”. Pero hay que tomar con pinzas el argumento del ministro.
El exjefe de Estado Mayor Conjunto de Colombia no ve dicha lógica. “Lo que quieren es cambiar el color de la cobija con la que se están arropando”.
“Siguen siendo los mismos criminales. Lo que pasa es que el Gobierno de (Juan Manuel) Santos sentó a algunos cabecillas en el Congreso colombiano donde hoy están haciendo las leyes”.
En este sentido, no hay dudas de que grupos como la Segunda Marquetalia, o el grupo Gentil Duarte siguen operando, sobre todo en la frontera colombo-venezolana. Aquella paz “estable y duradera” firmada en 2016 ha quedado vapuleada tras enfrentamientos, reuniones con carteles mexicanos en Venezuela (según la Policía de Colombia) o la negociación de armamento con la dictadura de Nicolás Maduro.
La semejanza con Petro
No puede quedar de lado la mención a Gustavo Petro, el exguerrillero del Movimiento socialista M-19 y actual precandidato presidencial. El almirante recurrió a una semejanza con el senador de izquierda porque el grupo del que formó parte también participó en dos acuerdos de paz en 1984 y 1990.
“El M-19 secuestraba, asesinaba, violaba y robaba. Durante la alcaldía (de Bogotá) de Petro se demostró que ese movimiento no había dejado de existir porque frente a su oficina ondeaban la bandera de ese grupo delincuencial en manifestaciones y marchas”.
“Ese es nuestro problema. Los que están en este momento es posiciones como la de Petro, tratando de aspirar a la Presidencia de la República, son delincuentes. No han tenido el castigo de la justicia colombiana. No sé si por ceguera, omisión o corrupción”.
Hasta los momentos, no está claro si la decisión de Biden al sacar a las FARC del listado de grupos terroristas de EE. UU. beneficiaría de alguna manera a los grupos de izquierda liderados por Petro en su camino a la Presidencia.
FARC-EP y la Segunda Marquetalia
Es necesario mencionar que así como EE. UU. excluyó a las FARC de la lista de grupos terroristas, también incluyó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército Popular (FARC-EP) y la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Márquez.
La designación “está dirigida a quienes se negaron a desmovilizarse y quienes participan en actividades terroristas”. En consecuencia, todas las propiedades de estos grupos e individuos citados en el comunicado serán bloqueados y reportados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Today’s revocation of FARC’s terrorist designations is a credit to the 2016 Peace Accord with the Colombian government. Our new designations of two new terrorist groups will continue to isolate those who engage in terrorism at the expense of the Colombian people.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) November 30, 2021
Pero de nuevo, estas supuestas facciones no estarían alejadas del partido político. La naturaleza delictiva, concebida desde su creación en 1964, sigue siendo la misma. “No conozco ninguna diferencia entre estos grupos criminales. Es una forma para señalarlos, pero son los mismos individuos que secuestran, chantajean, roban y están dedicados al narcotráfico, según el reportes de medios de comunicación”.
El exjefe de Estado Mayor Conjunto colombiano concluyó con la siguiente frase:
“Quien ha estado involucrado en el uso de la violencia para el logro de sus propósitos personales, siempre estará ligado a esta”.