La dictadura venezolana ha hecho múltiples esfuerzos por sacar a Álex Saab de la cárcel y evitar una posible sentencia en Estados Unidos por lavado de dinero. El régimen de Nicolás Maduro le dio incluso un cargo diplomático.
Los esfuerzos han sido en vano porque en marzo pasado la justicia de Cabo Verde ordenó su extradición a EE. UU. Un mes antes de esta decisión el régimen de Maduro ofreció un concierto en Caracas para “apoyarlo”. Los asistentes, vestidos con camisas blancas y la cara de Saab estampada, recibieron bolsas de comida como pago por su asistencia. Además de denigrante, tampoco hubo medidas de distanciamiento social. El evento terminó sin más resultados que un mero acto comunista.
Las maniobras para presionar la liberación de Álex Saab también migraron a las redes sociales. En Nigeria se descubrió una campaña falsa de Twitter a favor de Álex Saab, para hacer ruido y posicionar el tema con ayuda de ‘influencers’, dinero y conexiones. La campaña se habría puesto en marcha desde el 18 de enero. Los participantes incentivaron a usar la etiqueta #FreeAlexSaab, ofreciendo distintos pagos a cambio de la difusión del mensaje.
De esta manera, el tema comenzó a tomar auge en ese país. Hasta hace pocos días que unas 1500 cuentas de Twitter quedaron suspendidas por manipular la controvertida etiqueta. También fueron suspendidas las cuentas de tres periodistas nigerianos que etiquetaron a la cuenta @Fernand47588665 (con solo cuatro seguidores), que serviría para monitorear la campaña según la investigación difundida por BuzzFeed News y el Laboratorio de Investigación de África Digital (DigiAfricaLab).
El modus operandi
Influyentes y defensores de los derechos humanos de Nigeria recibieron un documento informativo de la campaña falsa en Twitter a favor de Álex Saab, elaborado con el membrete de Digital Good Governance for Africa (DIGA). Allí se indicaba:
- El uso de la etiqueta #FreeAlexSaab.
- Se pedía hacer mención a nigerianos, ghanianos y senegaleses prominentes del gobierno, empresas, celebridades, activistas, etc.
- Etiquetar a una cuenta de Twitter llamada @wakandanomics para quien necesitara información adicional.
Según la investigación, los mensajes se intensificaron en marzo cuando el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) se pronunciaba por el caso, rechazando la extradición. La orden no fue acatada porque el tribunal carece de jurisdicción en cabo Verde.
El silencio de los influencers
Varios usuarios famosos en Nigeria se hicieron eco de la campaña, pero sospechosamente borraron sus tuits y dijeron no saber nada del presunto testaferro de Maduro.
Tonto Dikeh, actriz e influencer nigeriana con 1,5 millones de seguidores, tuiteó : “Quiero darle a alguien que necesite dinero urgentemente N25.000 (un poco más de 65 dólares). Por favor, dígame qué le gustaría comprar si se lo regalo. Por favor, agregue #FreeAlexSaab a sus respuestas y puede ser mi próximo ganador”.
La actriz luego borró el mensaje y negó cualquier vínculo con Álex Saab cuando fue contactada por el mismo medio que difundió la investigación. “No sé nada de esto. ¿Liberar a Alex Saab? ¿Quién es ese?”, además sugirió que le habían hackeado la cuenta. Otra influencer llamada Pamilerin Adegoke llegó incluso a etiquetar a Nicolás Maduro.
En todo el entramado surge el nombre de Alpha Reach, una firma de relaciones públicas dirigida por otro influencer nigeriano. Supuestamente reclutó a 40 personalidades en redes sociales para que difundieran el mensaje, el pago habría sido de 6,50 y 15 dólares por compartir contenido específico, etiquetas y mencionar otras cuentas.
La extradición continúa
Álex Saab continúa bajo arresto domiciliario y por los momentos no hay señales de vaya a ser liberado. A inicios de año sus abogados pidieron al juez de Miami a cargo de su caso, una audiencia oral para evitar que sea procesado en EE. UU.
Pero el juez de Miami aceptó los cargos contra Saab y rechazó la solicitud de la defensa. El jurista Robert Scola aclaró que Saab primero debe entregarse a las autoridades estadounidenses antes de poder argumentar su reclamo de inmunidad diplomática.
El proceso de extradición continúa sin que los esfuerzo por liberar al “empresario” den frutos, ni siquiera pagando por difundir mensajes en redes sociales.