El régimen de Xi Jinping ha sido uno de los principales partidarios de mantener «relaciones amistosas» con los extremistas islámicos, luego de que este domingo los talibanes ingresaran a Kabul, capital de Afganistán y derrocaran al presidente afgano, Ashraf Ghani. Esto se da justo después que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenara el retiro de las tropas en el territorio que ahora recobró el nombre de Emirato Islámico.
China sencillamente obvió el caos que se desató en la nación a raíz de la llegada de los talibanes. En cambio, la portavoz del ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, afirmó que «China respeta el derecho del pueblo de Afganistán de determinar autónomamente su propio destino».
Asimismo, la funcionaria recalcó que «desea una transición pacífica» y que la embajada china en el país de Medio Oriente «sigue funcionando con normalidad», de acuerdo con declaraciones recogidas por el diario español ABC.
Sin embargo, la «amistad» entre el gigante asiático y Afganistán no es nueva. China mantuvo relaciones cordiales con el Emirato Islámico desde su creación en 1996, hasta la intervención de Estados Unidos en 2001.
La polémica “camaradería” de Rusia
Otros países con un historial seriamente cuestionado en materia de derechos humanos se suman a ese grupo que favorece a los extremistas islámicos. Tal es el caso de Rusia. La nación que dirige Vladimir Putin también ve con buenos ojos la llegada de los integristas islámicos al poder.
Este lunes el Kremlin anunció que el embajador ruso en Kabul, Dmitri Jirnov, «está en contacto con los líderes talibanes» y que «se reunirá con el coordinador talibán para la seguridad». Además, confirmó que la embajada rusa en Afganistán continuará operando.
Jirnov declaró al noticiero Rusia 24 que los talibanes han restaurado «el orden público» en el país y que «garantizaban la seguridad de la sede diplomática». No obstante, según el responsable del gobierno ruso en Afganistán, Zamir Kabulov, «el reconocimiento o no» del nuevo régimen dependerá de «las acciones» que lleven a cabo. «Vamos a mirar con atención hasta qué punto su enfoque de gobierno del país es responsable», señaló el funcionario, de acuerdo con AFP.
Turquía también celebra
«Damos la bienvenida a los mensajes dados por los talibanes», expresó hoy el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, durante una conferencia de prensa en Ankara, capital de Turquía. En esa oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores, afirmó que los integristas islámicos han dado «mensajes positivos» a la comunidad internacional. No obstante, el representante diplomático no especificó a qué mensajes se refería.
Por otra parte, señaló que Turquía mantiene el diálogo con todas partes y que continuará apoyando «el desarrollo económico, la estabilidad, paz y tranquilidad de Afganistán». «Acogemos con beneplácito los mensajes positivos transmitidos por los talibanes a la comunidad internacional y las misiones diplomáticas», sentenció. «Esperamos ver el mismo enfoque en sus acciones», agregó el canciller turco.
El inicio de una etapa oscura en Afganistán
El ascenso de los extremistas islámicos al poder desencadenó el caos en el territorio afgano. Cientos de personas han intentado huir del país, colapsando el Aeropuerto Internacional de Kabul, que está siendo resguardado por soldados estadounidenses. Además, con la suspensión de los vuelos, muchos extranjeros y afganos se encuentran actualmente varados.
Los países occidentales están cerrando sus embajadas en Afganistán. Ante la amenaza talibana, Estados Unidos, Alemania, Canadá, España, entre otros, ya suspendieron sus relaciones con Kabul. Asimismo, están trasladando al personal diplomático a sus países de origen. Estados Unidos por ejemplo, confirmó que todos los funcionarios de su embajada ya se encuentran en el aeropuerto esperando ser evacuados.