
La consulta popular que impulsó el Gobierno interino ya terminó y dejó más interrogantes que votos. Los números que refleja la vocería de la coalición opositora con su particular histeria ofrecen lecturas alternativas que también son merecedoras de mención. La abstención, por mucho que quiera ocultarse estuvo allí. Fue tan palpable en territorios propios como en extranjeros. Esto obliga a sus dirigentes a hacer una seria revisión puertas adentro.
La realidad es que lejos de los reflectores y las declaraciones a la prensa, al estudiarse la consulta con minuciosidad, el evento contó con incongruencias que brotaban de manera progresiva a diario.
Los resultados, estudiándolos más de cerca, no son tan alentadores. Por ejemplo, se habla de 6.466.791 de venezolanos que participaron en este evento, según un primer boletín que refleja 87,44 % de los votos escrutados. Actualmente, el Registro Electoral Permanente cuenta con 20.710.421 de electores.
En cuestión de porcentajes con este primer boletín, dichas cifras se traducen en 31,22 % de participación. Se muestra también una abstención de 68,78 %. Un porcentaje bastante alto a nivel global, considerando la cantidad de vías que se habilitaron para realizar el sufragio.
Al abordar otros aspectos, la senda sigue oscureciendo. La apatía se hace cada vez más palpable cuando se trata de números. De acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), alrededor de 5.448.441 millones de venezolanos han huido de la acuciante crisis que atraviesa Venezuela en los últimos años. En la consulta votaron de manera presencial, a nivel internacional, al menos 844.723 personas.
De la misma forma, se dio a conocer una participación presencial de 3.209.714 tan solo en territorio venezolano, de electores este sábado. Ahora, falta el punto álgido que resta por definir. Se trata de los 2.412.354 votos que fueron consignados por vía digital, de manera que pueda obtenerse una mirada más certera sobre cómo fue el movimiento nacional e internacional bajo esta modalidad.
Esto se espera en los próximos boletines, que a juicio de varios analistas tendrán mayor precisión, en relación con el movimiento el exterior.
La auditoría, una nueva manzana de la discordia
El principal revés para este método de consulta impulsado por el Gobierno interino es el hermetismo que sale a colación cuando se habla de auditoría de los resultados. Un ejemplo crucial radica en que a pesar de ser un proceso inédito y en modalidad virtual, extendido por casi una semana, no hubo publicación diaria de participación digital. A su vez, las cifras no han sido constatadas por observadores.
Sin embargo, existe una interrogante importante y radica que en que el comité o en su defecto el Gobierno interino no ha dicho qué se hará con estos números, más allá de interpretarse como un termómetro para medir su poder de convocatoria.
El periodista Eugenio Martínez fue uno de los primeros en detectar ciertas irregularidades, así como manifestar su opinión sobre algunas piezas que no encajaban en el desarrollo del proceso. La manera de abordar la participación electoral en el extranjero fue una de ellas.
“Para el viernes a las 8:00 am solo había un acumulado de un millón de personas. Implicaría que en dos días votaron 1.5 millones. Eso dato debe ser auditado por Voatz (…) En el tema presencial los controles de participación (en el exterior) en algunos casos eran inexistentes. En todo caso, es necesario auditar y certificar si el dato si se quiere vender como la validación electoral de un proceso convocado según la Constitución”, dijo.
De la misma manera, Martínez tachó como “dato político” hablar de una participación presencial de tres millones de votos. Una posición que a su juicio es insostenible técnicamente y explicó que «no hay forma de justificar los números de participación que se atribuyen a la consulta».
Por otra parte, las dificultades para expresarse en las aplicaciones para teléfonos móviles Telegram y Voatz empañaron a la jornada que pretendía medir el rechazo al régimen de Nicolás Maduro, sin representar un carácter vinculante para quienes voten.
Las excusas y justificaciones a la situación se multiplicaron en la voz de Emilio Graterón, miembro del comité organizador, quien admitió las fallas técnicas desde el lunes ante el uso “masivo” de peticiones de acceso olvidando que las aplicaciones tienen capacidad para recibir y enviar millones de mensajes multimedia de manera simultánea, aseguró Diario Libre.