Tras iniciar su demanda en Georgia, la abogado Sidney Powell también activó su batería legal en Michigan. En esta oportunidad pide a un tribunal federal que bloquee la certificación de los resultados electorales en el estado o en todo caso, anule las elecciones.
En la demanda, Powell explica que “los trabajadores electorales falsificaron, agregaron, eliminaron o alteraron ilegalmente información en las boletas, el Archivo de Votantes Calificados y Otros Registros de Votación”. Dicho documento se presentó el miércoles por la noche y fue hecho público este jueves, Día de Acción de Gracias en Estados Unidos.
Michigan también fue uno de los estados que hizo el conteo de votos mediante el software de Dominion Voting Systems, la empresa que ha sido reseñada por Powell y también por el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, de “arreglar” la votación.
La gobernadora Gretchen Whitmer, quien pertenece al Partido Demócrata, en conjunto con la secretaria de Estado, Jocelyn Benson, que está registrada en la misma tolda política, figuran entre los acusados. La demanda también alcanza a la junta estatal de escrutinios.
Se alega que estos últimos crearon una maniobra el 3 de noviembre que permitió un fraude generalizado en dicha jurisdicción. Esto violó la cláusula de protección igualitaria de la Constitución, de acuerdo a lo reflejado en la demanda interpuesta por Powell.
La denuncia indica que “Dominion es el único responsable de la inyección o fabricación de 289.866 votos ilegales en Michigan, que deben ser ignorados. Esto es casi el doble del número del supuesto liderazgo de Biden en la votación de Michigan (sin tener en cuenta el adicional ilegal, votos inelegibles, duplicados o ficticios debido a la conducta ilegal descrita a continuación), y por lo tanto por en sí misma es motivo para anular las elecciones generales de 2020”.
Entre los demandantes se encuentran varios republicanos y también otros ciudadanos. Marian Ellen Sheridan, quien es vicepresidente de base del Partido Republicano de Michigan, delegado de Trump en 2016 y cofundó la Coalición Conservadora en dicho estado, es uno de ellos, en compañía de Timothy King, John Earl Haggard, Charles James Ritchard, James David Hooper y Daren Wade Rubingh.
“Es necesario ordenar una reparación adecuada, que incluye, entre otros, prohibir la certificación de los resultados electorales en espera de una investigación completa y una audiencia judicial. Ordenar un recuento de los resultados electorales o anular la elección y ordenar una nueva elección, para remediar el fraude ”, escribió Powell.
Los indicios de fraude en Michigan y la mano de Dominion
Esta compañía que ha sido fuertemente cuestionada en las últimas semanas. Según Giuliani estaría relacionada con Smartmatic, al igual que narra Powell en la mencionada declaración, quien asevera que los sistemas Dominion derivan del software diseñado por Smartmatic Corporation, que adquirió a Sequoia Voting Systems en Estados Unidos.
La jurista recuerda que Smartmatic es una compañía que fue fundada en 2004 por personas que tuvieron fuertes nexos con Hugo Chávez y han sido las gestoras de las votaciones en Venezuela desde entonces. A su vez, les señala de que este sistema que fue transferido a Dominion pretendí asegurar el llenado computarizado de las boletas, así como también “la manipulación de los votos al nivel que sea necesario para hacer”.
En el documento de Powell se explica también el motivo de la llegada de Dominion a Michigan. Al respecto, se indica que “al decidir adjudicar a Dominion un contrato de diez años por 25 millones de dólares (a un equipo dirigido por Kelly Garrett, ex subdirectora del Partido Demócrata de Michigan), y luego certificando el software Dominion, los funcionarios de Michigan ignoraron todas las preocupaciones que provocó que el software Dominion fuera rechazado por la Junta de elecciones de Texas en 2018 por ser considerados vulnerables a una manipulación no detectada y no auditable”.
La demanda de Powell en Michigan conllevó algunos reclamos similares a los que presentó para impugnar los resultados de Georgia. Sin embargo, en este estado ofreció evidencia de un gran número de testigos que alegaron que en el condado de Wayne y la ciudad de Detroit se presenciaron irregularidades en la votación.
Ella acusó a los funcionarios de Detroit y del condado de Wayne tomaron medidas “permitiendo el doble voto ilegal de personas que habían votado en ausencia y en persona; contar las papeletas no elegibles, y en muchos casos, varias veces; contar las boletas sin firmas, o sin intentar hacer coincidir las firmas, y las boletas sin matasellos, de conformidad con las instrucciones directas de los demandados”.
La demanda en Georgia y la intromisión de Dominion
La demanda en Georgia que alega fraude electoral vino de manera paralela. Así inició la serie de procedimientos legales que se avizoraban, una vez que la jurista se distanciara del equipo del presidente Donald Trump a inicios de la semana.
En el documento introducido ante la Corte en Georgia se acusa al gobernador del estado, el republicano Brian Kemp, así como también al secretario de estado y presidente de la Junta Electoral de esa jurisdicción, Brad Raffensperger, de haber recibido dinero para presuntamente permitir la contratación con Dominion Voting Systems.
La presentación de esta denuncia en Georgia surge luego de que el estado certificara sus resultados electorales, tras un recuento manual de los cinco millones de votos emitidos en las elecciones. Sin embargo, la campaña de Trump solicitó un nuevo recuento que está en marcha y concluirá el 2 de diciembre.