El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentó al candidato demócrata, Joe Biden, en un último debate que fue más calmado y permitió al republicano explicar una serie de tópicos por los que los medios lo señalan a diario.
El tema de la pandemia fue el inicio de una serie de cuestionamientos que Trump abordó con un manejo sereno de sus respuestas. El primer anuncio dentro del último debate presidencial fue que ya la vacuna para el coronavirus estará lista en poco tiempo y será anunciada en las próximas semanas.
Tal hallazgo ha sido posible gracias a Operation Warp Speed, que es una asociación público-privada para fabricar vacunas contra el coronavirus y luego distribuirlas una vez que sean aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), reseñó Fox News.
Trump también indicó que la milicia será la encargada de distribuir la vacuna, para enfrentar la pandemia en Estados Unidos, la cual calificó como “un problema global”, un argumento que refiere a los rebrotes en Europa, específicamente en España, donde han decretado estado de alarma en la ciudad de Madrid.
A su vez, Trump recordó que tras haberse contagiado recibió un tratamiento efectivo y ahora se mantiene inmune, tras una rápida recuperación que le permitió participar en el último debate. Entre los candidatos a garantizar pronto una vacuna, el primer mandatario estadounidense mencionó los laboratorios de Johnson & Johnson, Moderna, Pfizer y otros en Europa.
En medio del debate moderado por la periodista Kristen Welker, del canal de televisión NBC News, Trump también habló sobre los picos de contagio que hubo en Florida, Texas y Arizona, que a su juicio han ido desapareciendo de manera paulatina.
Abrir el país, el objetivo de Trump
Sobre la alta probabilidad de contar pronto con una vacuna, específicamente a finales de 2020, Trump aprovechó para insistir en la necesidad de abrir las escuelas. Recordó que la letalidad en la población joven es muy baja, ya que 99 % se recupera.
“Tenemos que abrir nuestras escuelas y no podemos cerrar la nación, porque después no tendremos nación (…) La gente está perdiendo su trabajo. Se están suicidando. Hay niveles de depresión, un enorme abuso de sustancias. La cura no puede ser peor que el problema en sí mismo. Tenemos que abrir nuestro país. La cura no puede ser peor que la enfermedad”, acotó.
El presidente estadounidense llegó a este debate llevado a cabo en Nashville (Tennessee) tras haberse recuperado de COVID-19 junto con su esposa, Melania Trump, gracias a un coctel de varios medicamentos, que le permitieron desarrollar inmunidad, según su equipo médico.
La mano extranjera en las elecciones presidenciales
Trump también fue abordado sobre el tema de la seguridad nacional y las declaraciones hechas por el FBI este miércoles, en las que se habló de interferencia en los comicios presidenciales por parte de Rusia e Irán.
Al respecto, el líder republicano indicó que “nadie es más duro” con Moscú que él. Esta ocasión también le sirvió a Trump para acusar a Biden de haber “recibido 3,5 millones de dólares de Rusia”. Fue el momento perfecto para que Trump increpara a Biden sobre los negocios millonarios de Hunter Biden, el hijo del candidato demócrata, envuelto en un escándalo por los correos que lo involucran tanto con China como con Ucrania.
De acuerdo con Trump, Hunter Biden se benefició de la Vicepresidencia de su padre. Esto fue una alusión también a las investigaciones reveladas por el New York Post sobre los contactos hechos por Hunter para recibir dinero de la empresa gasífera ucraniana Burisma.
La campaña de Biden ha negado que el candidato esté involucrado o haya ganado dinero con estos acercamientos. De igual forma, el presidente presionó a su rival sobre los informes durante el debate. Trump le dijo a Joe Biden que “le debe una explicación al pueblo estadounidense” sobre estos negocios.
“Todos los horribles correos electrónicos de la cantidad de dinero que estaba recaudando, tú y tu familia. Y Joe, eras vicepresidente cuando esto estaba sucediendo. Nunca debió haber sucedido”, dijo el candidato republicano.
Familias estadounidenses y el racismo
Trump también fue cuestionado por su propuesta de eliminar el Obamacare, una ley impulsada por su predecesor, Barack Obama. El republicano garantiza “reemplazarlo con algo mejor”, que todavía se encuentra en estudio.
La razón para el retraso en la aprobación de esta medida recae -a juicio de Trump- sobre la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien no ha dado cabida a sus iniciativas.
En cuanto al tema del racismo y el sentir de las familias afroamericanas, Trump fue conciso al expresar que “nadie, tal vez con la excepción de Abraham Lincoln, ha hecho más por la comunidad afroamericana” que él.
Una prueba de ello fue en haber otorgado “financiamiento extendido a universidades históricamente afroamericanas”, hecho que posteriormente le impulsó a decir: “soy la persona menos racista en este lugar”.
Posteriormente, al referirse al salario mínimo, Trump optó por una propuesta segura frente a un escenario de distribución de un posible aumento en los ingresos salariales.
“Creo que debería ser una opción estatal. Alabama es diferente a Nueva York. Nueva York es diferente a Vermont. Cada estado es diferente ¿Cómo es posible ayudar a las pequeñas empresas cuando estás forzando los salarios? Lo que se ha demostrado que sucederá es que cuando se haga, estas pequeñas empresas despedirán a muchos de sus empleados”.
Para cerrar, Trump expresó un mensaje certero y parecido al de 2016. Recordó que es un anti-político, la mejor opción ante alguien como Biden, quien ha pasado demasiado tiempo en Washington sin lograr objetivos políticos palpables.