El presidente Donald Trump vuelve a verse cara a cara con el candidato demócrata, Joe Biden, en lo que promete ser un debate inédito, ajustado por nuevas reglas que marcan distancia al primer encuentro de los contendores por la Presidencia de Estados Unidos que dejó un agrio sabor a los televidentes, debido a las disrupciones que hubo en ese evento.
El escenario escogido es Nashville, Tennessee. En este oportunidad la moderadora será Kristen Welker, periodista del canal de televisión NBC News, quien funge como encargada de llevar la batuta en los seis bloques de 15 minutos que dividirán el encuentro.
Cada candidato tendrá dos minutos para presentar sus ideas de manera ininterrumpida y para asegurarse de ello, la Comisión de los Debates Presidenciales tendrá la potestad de apagar los micrófonos en algunas partes, con el fin de evitar las escenas del primer encuentro ocurrido el pasado 29 de septiembre en Cleveland, Ohio.
Trump vuelve a debatir con dos demócratas
Kristen Welker ha sido conocida por su larga carrera como corresponsal de la Casa Blanca que inició en 2011. La caracteriza su estilo mordaz y sin miramientos a la hora de cuestionar al presidente.
Sin embargo, hay varios puntos que merecen ser recalcados ante este compromiso que significa moderar el debate Trump-Biden, entre ellos las múltiples ocasiones que Welker se ha mostrado como una suerte de activista por los demócratas.
Welker fue una demócrata registrada en Washington en 2012 y en Rhode Island en 2004, según Fox News. A pesar de no tener un registro actual con el partido, ni haber donado con anterioridad a esta causa, su familia es demócrata establecida y es conocida por invertir dinero en el partido, así como en los oponentes de Trump durante años.
Para la campaña de Biden, su madre, Julie Welker, una corredora de bienes raíces en Filadelfia, así como su padre, Harvey Welker, un ingeniero consultor, hicieron una donación de 3 300 dólares, mientras que para Hillary Clinton en su carrera contra Trump, el aporte fue de 2 100 dólares, reseñó Fox News.
Un hecho que revela su completa filiación con el pensar demócrata fue cuando Welker es arrestada en televisión en vivo en 2016, tras informar a la directora de comunicaciones de Hillary Clinton sobre una pregunta que planeaba hacerle durante una entrevista posterior al debate en Michigan, cuando se jugaba la nominación contra el senador Bernie Sanders.
En el debate anterior, un escenario que favorecía a Biden también estuvo presente. El moderador en aquel entonces era Chris Wallace, reportero de Fox News, que aunque es conocido como un canal mayormente conservador y republicano, dicho periodista es votante demócrata registrado, según informan Newsweek y la BBC.
Este hecho hizo que Wallace en muchas ocasiones enfrentara a Trump con mayor dureza que Biden e incluso el presidente estadounidense le respondió en una oportunidad que: «Supongo que estoy debatiendo contigo», en vista del sesgo por parte del moderador.
Acciones de esta naturaleza dejan al descubierto un patrón de conducta que esta noche también podría favorecer a Joe Biden, con quien los medios de comunicación han tomado una actitud benevolente ante un discurso moderado y languidecido.
La particularidad de este encuentro: Hunter Biden, el tema prohibido
Los temas anunciados que se abordarán en cada bloque serán la pandemia, las familias estadounidenses, la seguridad nacional, el liderazgo, la crisis climática y la raza.
El tópico de internacional fue dejado fuera de los renglones a abordar, debido a las recientes informaciones que involucran a Hunter Biden, hijo del candidato demócrata, en negocios millonarios con China y Ucrania.
El escándalo que ha empañado la imagen del demócrata, gracias a su hijo, incluye transacciones cuestionables con la empresa privada de gas y petróleo con sede en Ucrania, Burisma Holdings LTD, además una transferencia bancaria por 3,5 millones de dólares proveniente de Elena Batúrina, segunda esposa del exalcalde de Moscú.
La investigación hecha por varios congresistas también revela que tenía asociaciones comerciales con los empresarios chinos Ye Jianming, Gongwen Dong y otros vinculados al régimen comunista de Xi Jinping y al Ejército Popular de Liberación. Según el documento, el bufete de Hunter Biden recibió 6 millones de dólares del multimillonario chino Ye Jianming.
Este intento por silenciar el tema de Hunter Biden va de la mano con las decisión que días atrás tomaron las redes sociales Facebook y Twitter de limitar la difusión de un artículo de New York Post que mostraba correos electrónicos sobre un presunto tráfico de influencias con la empresa de gas ucraniana.
Tras esta decisión, el Senado estadounidense citó a los CEO de ambas empresas (Jack Dorsey de Twitter y Mark Zuckerberg de Facebook) para que expliquen por qué invisibilizaron el artículo y así la justicia pueda determinar si hubo violación al reglamento de campañas electorales.
Tomando en cuenta este panorama, la negativa de la organización a tocar el tema de internacional deja sospechas válidas en torno a la imparcialidad del debate.
La postura de Trump
El equipo de campaña de Trump levantó la voz y criticó las medidas en torno a este nuevo encuentro.
“El presidente Trump está comprometido a debatir a Joe Biden independientemente de los cambios de último minuto procedentes de una comisión parcializada, en su último intento por dar ventaja a su candidato favorito”, declaró Bill Stepien, el jefe de campaña de Trump, reseñado por Infobae.
También destacó la importancia de tocar el tema de Hunter Biden, uno que Trump planeaba poner sobre la mesa ante el silencio de los medios y redes sociales. “Si los medios no le hacen estas preguntas a Joe Biden, lo hará el presidente y no habrá escapatoria para él”, dijo.
Este nuevo encuentro -que debía ser el tercero- se produce luego que la Comisión de los Debates Presidenciales decidió cancelar el debate anterior fijado para el 15 de octubre.
La decisión se dio a pesar que Trump se había recuperado del COVID-19. Días antes, Joe Biden se había negado a participar, poniendo como excusa el contagio del actual presidente de EE.UU.
Nota hecha en colaboración con Milagros Boyer.