En México se viven momentos muy difíciles por la pandemia. Ya no hay disponibilidad de camas en los hospitales, los medicamentos están escasos, no hay oxigeno suficiente para los enfermos.
Tampoco hay actas de defunción, la lista de espera en panteones y crematorios es larga y el proceso de vacunación va lento. Así es el negro panorama.
En las últimas dos semanas, el promedio de fallecimientos supera los 1000 por día. Mientras que los contagios aumentan entre 15 000 y 20 000 diarios.
Las últimas 24 horas, han sido las peores desde que inició la pandemia. Se registraron 1803 muertos y 22 339 nuevos contagios, las cifras más altas desde que llegó el primer caso de COVID-19 a México, hace 11 meses. Son los datos oficiales del país que menos pruebas de detección realiza a nivel mundial.
Las autoridades sanitarias evaden la realidad y aseguran que el problema está controlado. Contrario a lo que piensan quienes regresan a casa prácticamente a morir, porque en ningún hospital los reciben.
La cerrazón de Gatell y la “buena voluntad” de AMLO
La pandemia está descontrolada y el futuro no es nada halagüeño, porque la estrategia contra la pandemia de Hugo López Gatell, solo son datos y no acciones. Todas las noches presenta estadísticas de “supuestas” camas disponibles, vacunados, muertes y contagios.
La iniciativa privada, universidades y gobernadores han ofrecido su ayuda para enfrentar la pandemia. Pero el gobierno les ha dicho, que no. Que muchas gracias.
Los gobernadores de oposición y el sector privado han insistido en participar en el proceso de vacunación y poder comprar vacunas. Pero el estratega López Gatell le dijo que hay que adaptarse a la Estrategia Nacional de Vacunación.
“Desde el punto de vista técnico el lineamiento es recomendar que eso no se haga, porque entonces cada quien va por la suya y no estamos hablando de una estrategia de Estado, del Estado Nacional, que se llama Estados Unidos Mexicanos, sino como si fuéramos un país y fuéramos simplemente una comunidad desordenada, anárquica”, dijo Hugo López Gatell.
Sin embargo 12 horas después, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo corrigió. Durante su conferencia mañanera anunció como un acto de “buena voluntad”, que su gobierno autorizaba que el sector privado y gobiernos locales adquirieran vacunas contra el COVID-19.
“He dado instrucciones al secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer, para que hoy mismo se emita un comunicado estableciendo que cualquier empresa o gobierno local que quiera adquirir vacunas para aplicarlas en México tiene autorización”, dijo AMLO.
Como se dice en México, “se quiere curar en salud” ante la gravedad de la situación.
En este momento, la capacidad de los principales laboratorios que producen vacunas ya está comprometida con los gobiernos nacionales de todo el mundo; sin embargo, ya estamos en contacto con ellos desde el #CCE para avanzar con miras al futuro.
— CCE (@cceoficialmx) January 22, 2021
Pero se trata de otra mentira, López Obrador sabe que por el momento ningún particular puede comprar vacunas, tampoco los gobiernos estatales. Ya lo había dicho antes.
Por el momento, el Estado es el único encargado de aplicarla. Sean pocas o muchas las dosis, el gobierno decide a quiénes y en qué entidades. Esa es la realidad. No hay ninguna buena voluntad del mandatario.
Va de nuevo mi explicación sobre porqué los particulares (los gobiernos estatales son, en términos prácticos, particulares) NO pueden comprara vacunas en el mundo.
Nada ha cambiado salvo la declaración de AMLO.https://t.co/OKAAQKVF0V— Xavier Tello (@StratCons) January 22, 2021
Muchas dudas en el Plan Nacional de Vacunación
Una realidad que soslayan las autoridades es la desconfianza y desinformación que proyectan en torno a la estrategia de vacunación. Hasta el momento se han aplicado 552.335 dosis de vacunas. Significa que solo el 0.4 % de los mexicanos ha sido vacunado. El proceso se ve complicado y largo.
¿Cómo confiar en un gobierno que ha relegado del esquema de vacunación a los trabajadores del sector salud privado? Pero a los promotores del voto por Morena, el partido de AMLO, ya los vacunaron, los llamados “siervos de la nación”.
A ellos les encargó participar también en el proceso de inmunización. Hay voces que acusan al presidente de aplicar “vacuna por voto”, tarea de los “siervos de la nación”, encargados de elaborar los padrones que tanto le interesan al gobierno.
No es la mafia del poder ni los conservadores quienes dudan del esquema de vacunación. Son las acciones y las formas de su gobierno que han politizado “vilmente” el proceso.
Por eso insiste AMLO que no necesita ayuda de nadie, su gobierno puede solo. Obviamente tiene una elección enfrente que podría restarle poder en la Cámara de Diputados y eso, él no lo puede permitir. Son tiempos electorales, tiempos de carroña. Con el tiempo veremos si realmente puede solo.