La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un verdadero desastre desde hace tiempo. Es insegura y está sucia, más allá de otras tantas cuestiones. Pero, ante esta situación que no puede negar nadie, ¿cómo puede ser que gobierne el mismo signo político desde 2007? Esto encuentra explicación en la “grieta” que separó la política argentina entre kirchnerismo y antikirchnerismo durante dos décadas, donde Mauricio Macri aparecía como el representante del segundo grupo.
Como en la nación gobernaba la cleptocracia K, la capital, de histórico perfil distante al peronismo, se dedicó a apoyar al macrismo con cheques en blanco. Las dos primeras gestiones del expresidente Macri como intendente fueron ineficientes y caras. Pero desde el PRO se justificaba que se necesitaba una plataforma para llegar a Nación, donde sí harían las reformas que Argentina necesita.
En 2015 el macrismo llegó a la Casa Rosada y Horacio Rodríguez Larreta desembarcó en la Ciudad. En el gobierno nacional no se reformó nada y se fracasó completamente y en CABA el desastre fue aún peor. Larreta tuvo la gestión más cara, intervencionista, dirigista y estatista que haya registrado el territorio porteño. Al lado de él, la socialdemocracia de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman parecen a la distancia gestiones austeras filoliberales.
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Durante el último proceso electoral, a pesar de pertenecer al mismo partido, Larreta (que tenía ambiciones presidenciales que afortunadamente fracasaron estrepitosamente) apoyó en la interna al espacio de la Unión Cívica Radical, que competía con el PRO. Pero Jorge Macri se impuso a Martín Lousteau y luego ganó cómodamente las elecciones en primera vuelta.
Sin embargo, la ciudad continúa siendo una mugre. Esta situación quedó en evidencia ante las cámaras hoy, cuando una rata irrumpió en una transmisión televisiva donde el intendente estaba dando una entrevista.
Una rata interrumpió una rueda de prensa de Jorge Macri y se la comieron dos perros. pic.twitter.com/jHnCdNVOMr
— Corta 🏆 (@somoscorta) February 29, 2024
Claro que, más allá de lo inusual de tener a la rata y al intendente en la misma toma televisiva, la situación no tomó por sorpresa a ningún porteño. Hasta los votantes del macrismo, que respaldaron sistemáticamente al PRO para no entregarle la ciudad al kirchnerismo, saben bien que la gestión es mala y que tienen que cambiar las cosas.
Luego de los gritos de una mujer y el tumulto reflejo, unos perros pusieron fin a la situación, y a la vida de la pobre rata que terminó públicamente en las fauces de los canes.
Con los ánimos más calmados, Jorge Macri aprovechó la situación para dejar un fuerte mensaje político. Propuso “ordenar lo que desordenó la rata”, que si se escucha suena como “larrata” y si se analiza políticamente se entiende que el jefe de Gobierno quiso decir “Larreta”.
El bizarro episodio le sirvió al intendente como para decir varias cosas: que su gestión recién empieza y que el desastre heredado es de su predecesor, a pesar de ser de su mismo partido. Habrá que ver que es lo que hace Macri de ahora en adelante con la capital, que bastante mal está hace años.
Jorge Macri sobre su antecesor "Ordenemos lo que desordenó Larrata" pic.twitter.com/Tcfc2FuN4F
— Traductor 🥹💕💐 (@TraductorTeAma) February 29, 2024