Bite my head off, en el último disco de los Rolling Stones, Hackney Diamonds, no es la primera vez que el universo de los Beatles y la dupla Jagger-Richards cruzan sus caminos. En realidad, el crossover fue al inicio de los sesenta. La canción I wanna be your man (a pesar que todos la recordamos hoy en la voz de Ringo Starr) fue el primer gran éxito de los Stones. Un tema compuesto por la dupla Lennon-McCartney.
Durante esa década, The Beatles nacieron y terminaron su carrera. Los Stones nunca se detuvieron. Igualmente, para la historiografía oficial del rock, ambas bandas son consideradas como las más importantes de la historia. Fue Mick Jagger el que se encargó de hacer la presentación del cuarteto de Liverpool en el Rock and Roll Hall of Fame en 1988, donde contó algunos detalles de aquellos primeros años y les agradeció por aquella composición que los puso en el mapa.
En los últimos años, se especuló mucho con una posible pelea entre Paul McCartney y los Stones. En dos entrevistas, el bajista aseguró que los Beatles cubrieron una red musical más amplia que sus competidores (lo que es innegable), a los que redujo a “una banda de blues”. Nunca se supo a ciencia cierta si esto se trató de un guiño entre viejos amigos, para entretener a los medios y a los fans, o si hubo un cuestionamiento real. Sin embargo, las dudas se disiparon con el lanzamiento del último álbum de Jagger, Richard y Wood, que trae varias colaboraciones, pero que una se llevó toda la atención.
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Aunque el corte de difusión de Diamonds fue Angry, que se anticipó junto al videoclip a la publicación del disco, todos querían escuchar Bite my head off, que tiene la participación de Paul en el bajo. El inicio del track es un claro adelanto de lo que se vendrá en la canción: el conteo de la batería marcando los tiempos, que se escucha en los ensayos y los conciertos en vivo, pero no tradicionalmente en una producción discográfica. Sin vueltas, se trata de un rock and roll puro y duro, de pocos acordes, de esos que salen fáciles de entrada.
Aunque suena “moderno”, se trata de un clásico rock de riff, que puede remontarnos al inicio de las dos bandas británicas hace más de seis décadas. En la línea de bajo, McCarntey sigue a las guitarras enfurecidas de Wood y Richards, pero encuentra esos espacios para sus tradicionales notas “de paso” entre acordes, tan tradicionales en las melodías de los Beatles.
Sin una estructura compleja, con estrofas iguales y estribillo (los temas preferidos para aprender desde el bajo en un ensayo y tocarlos directamente), la colaboración ha sido una de las más esperadas de la historia del rock. Habrá que ver si hay presentación en vivo que los reúna en un escenario.