La corrupción del kirchnerismo, que no es nueva en Argentina, tuvo uno de sus capítulos más oscuros durante la pandemia del coronavirus. Aunque las autoridades impulsaron, con desmedida rigidez, muchas y extensas restricciones a la población, en las más altas esferas de poder todo era distinto.
Esto no se trata de ninguna opinión ni especulación, ya que varios casos salieron a la luz, generando indignación en el electorado. Todos recuerdan la fiesta de cumpleaños de la primera dama en la quinta de Olivos, foto que le costó a Alberto Fernández el cuestionamiento más duro y lógico de todo su mandato.
Seguramente, el doble discurso después de la insólita cuarentena fue el que hizo que el peronismo perdiera por paliza las elecciones legislativas de 2021. Ahora, a poco de las presidenciales de este año, una vez más quedó expuesto el manejo del oficialismo durante aquellos días oscuros, que gobernó con privilegios y favoritismo para los amigos.
Como sucedió con la salida del exministro de Salud, Ginés González García (que tuvo que renunciar a su puesto por el escándalo del “vacunatorio vip, que otorgaba preferencia a los amigos cuando en Argentina escaseaban las vacunas), ahora su sucesora está envuelta en otro cuestionamiento vinculado a la discrecionalidad y el favoritismo político.
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En la tarde del jueves, Carla Vizzotti realizó un encuentro con especialistas del área de salud en el Centro Cultural Kirchner. En el momento de las preguntas con los asistentes, la titular de la Liga Argentina de la Protección al Diabético le agradeció un supuesto favor, pero, como se suele decir, “la prendió fuego”. Al momento de tomar la palabra, en el marco del debate de la pandemia y las restricciones, Sylvia Brunoldi señaló: “En lo personal, quiero agradecer a Carla. Gracias a ella pude despedir a mi esposo y luego el decreto que permitió que las personas pudiéramos despedir a nuestro familiares”.
Por esos días, muchas personas que no ostentaban cargos de influencia y cercanía a algún funcionario, padecieron las más inhumanas e insólitas restricciones. Por ejemplo, no poder despedirse de sus familiares en sus últimos momentos de vida. Los argentinos recuerdan muchos casos concretos que llegaron a los medios, causando indignación en todo el país.
Afortunadamente, para Vizzotti, Argentina hoy tiene la atención casi exclusivamente en las elecciones. Puede que, solamente por eso, su puesto no esté en duda hoy. Sin embargo, su espacio político, sufre otro revés ante la opinión pública de corrupción del kirchnerismo en el marco del año electoral.