Luis Alberto Spinetta falleció en 2012. Un cáncer de pulmón se lo llevó temprano a los 62 años. Sin dudas que de haber vivido más, hubiera incomodado muchísimo al progresismo kirchnerista, que trata de emparentar lo artístico con su relato ideológico-cultural. Antes de morir, el líder de bandas indispensables como Almendra, Pescado Rabioso e Invisible ya había realizado declaraciones que descolocó al oficialismo de entonces, que retornó al poder en Argentina en 2019.
Mientras que el espacio de Cristina Fernández de Kirchner insistía con el garantismo progresista ante la indignación popular por los frecuentes hechos violentos de inseguridad, “el flaco” habló desde el sentido común, alejado del discurso políticamente correcto de la izquierda. “La pena de muerte no es el camino para resolverlo, pero te sube la tanada y vos querés justicia por mano propia. Es algo adentro mío que yo, te digo honestamente, no estoy a favor de la pena de muerte, pero a alguna gente habría que pegarle un tiro en la cabeza, eso no me saca nadie de la cabeza”, había dicho el músico y compositor en 2009, luego de uno de los tantos hechos de inseguridad que sacudían al país por esos días.
Cada vez que Spinetta se expresaba en esta dirección, el kirchnerismo decidía hacer silencio. No contaba con espaldas como para salir a contestarle a una de las figuras máximas del rock nacional, a pesar de tener la suma del poder público. En cierta manera, su temprano y lamentable deceso sacó del camino a un crítico que pudo haber hecho transpirar a CFK en los últimos años de su primer ciclo.
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Pero el fantasma de Spinetta y su perspectiva ante la vida y la política vuelve en estas elecciones de la mano de Andrés Calamaro, que aprovechó una candidatura de Juntos por el Cambio para recordar que el autor de Muchacha ojos de papel estaba parado en la vereda de enfrente del progresismo políticamente correcto y del estatismo kirchnerista.
Edelmiro del Guercio, compañero de Spinetta en Almendra, será candidato a legislador del Parlasur, en el espacio de Juntos por el Cambio que lidera Patricia Bullrich. “La semana pasada me llamó Fernando Iglesias, que es una persona que yo aprecio especialmente. Me invitó, lo pensé unos minutos y le dije que sí. Esto, para mí, es como una invitación. Como cuando un músico amigo me dice vení, ¿querés grabar y cantar un tema conmigo?”, comentó del Guercio en una entrevista radial esta mañana.
Lógicamente, que una leyenda del rock nacional sea parte de un armado político que el kirchnerismo considera “derechista”, generó los predecibles comentarios de la progresía subsidiada. Pero el que salió a poner blanco sobre negro fue Andrés Calamaro, que recordó que Luis Alberto siempre estuvo más cerca de lo que piensa del Guercio que del universo musical progre. “Spinetta no votaría a una lista peronista”, aseguró el exAbuelo de la Nada y Los Rodríguez.
“El rockero en decadencia es afín a los gobiernos progresistas que le mantienen sin trabajar. Es obvio y notorio. Un programa de radio, recitales públicos y militancia en Internet. Nadie gana nada enfrentando al poder progre”, resaltó Calamaro en sus redes sociales.